Sociedad09/04/2020

Son empleados gastronómicos, deben trabajar y no les quieren pagar por la cuarentena

Se trata de trabajadores de las pizzerías Fiammas y otros locales de comida, dirigidos por un mismo propietario. Le piden el pago del sueldo por la cuarentena pero no se los dan. Dicen que, si lo denuncian, los pueden despedir.

Hay malestar contra el propietario de múltiples locales gastronómicos de la ciudad de Salta, dado que sus empleados están sin cobrar, los cocineros están trabajando “al día” y los mozos no reciben algún tipo de pago, entre otras complicaciones. 

El reclamo llegó hasta la redacción de InformateSalta, donde uno de los empleados –que pidió el resguardo de su identidad por temor a represalias- sintetizó los detalles de la preocupante situación. Según indicó, con el comienzo de la cuarentena, el propietario de los locales decidió cerrar las puertas, pero a mitad de la semana pasada reabriró para atender encargos a domicilio.

“Solamente íbamos a atender deliverys y con algunos cocineros”, informó el empleado quien agregó que el dueño “dijo que el que quisiera ir, que vaya, como diciendo que si queríamos plata que nos presentemos”.

El enojo de los empleados recae en que “siempre tuvimos problemas, se paga el día trabajado, salís a las 2:00 de la mañana y recién te pagan el día, no nos pagan mensual, no nos pagan vacaciones, aguinaldos, ni días de descanso” y, por consiguiente, no tuvieron paga por los días de caurentena.

Si bien quisieron solicitar dinero, el propietario “solo manda al encargado, diciendo que no puede pagar a nadie, redujeron los días y hay mozos que no tienen un peso, hay personas que la están pasando mal, y si denunciamos algo nos van a echar”.

Según puntualizaron, el dueño es propietario de las pizzerías Fiammas, el restaurante Charrúa, la panadería al lado de la Fiamma de calle Zuviría, y de otros locales gastronómicos, uno de estos en el Paseo Güemes del centro capitalino.

Al no poder realizar una denuncia por temor a perder sus trabajos, pidiendo que les paguen la mitad del sueldo para subsistir durante el aislamiento y con un malestar palpable, los empleados se limitaron a pedir un auxilio económico, considerando la situación que están atravesando y la necesidad de trabajar.