La mansión que Romero no puede justificar, tiene más de 60 dependencias y 13 baños
El ex gobernador Juan Carlos Romero, permanece recluido en la mansión que posee en la zona de Castellanos. Mientras, esquiva declarar ante la Justicia.
Mientras la justicia local trabaja para resolver las últimas “chicanas” legales que su defensa interpuso hace dos semanas, el ex gobernador Juan Carlos Romero, permanece recluido en la mansión que posee en la zona de Castellanos, edificación que también se encuentra bajo la lupa de la justicia debido a que su dueño no puede justificar semejante edificación.
El 7 de mayo pasado, Romero debía presentarse a prestar declaración indagatoria por el delito de “peculado” en la causa penal de La Ciénaga, sin embargo, el ex gobernador eludió la cita con una serie de planteos legales presentados por el abogado Oscar Guillén, su nuevo defensor.
En su mansión de más de seis hectáreas, Romero y su esposa, Carmen Lucía Marcuzzi, circulan por las más de 60 dependencias que edificaron, según se sospecha, con dinero que extrajeron de las arcas del estado provincial.
La propiedad, valuada en más de cinco millones de dólares, es digna de ser portada de revistas internaciones de glamour, sin embargo y debido a su dudosa procedencia, los Romero la mantienen oculta e incluso mandaron levantar una extensa lomada y paredes a su alrededor para evitar el asedio de los curiosos.
Pese a ello se pudo conocer el interior de la mansión. Cuenta de dos plantas y en total posee 62 dependencias edificadas, entre salas y habitaciones. En su mayoría, la edificación tiene un acabado de granito en los pisos, cerámicos refinado, paredes de material macizo, alfombra y en algunos caso, vidrios.
En la planta baja, los Romero Marcuzzi, edificaron una sala a la que dieron por llamar “Salón Güemes” en alusión al “Comedor Güemes” que posee el centenario Club 20 de Febrero.
Al margen de este salón con aire de oligarquía, los Romero Marcuzzi construyeron otras numerosas dependencias, entre ellas se pueden apreciar, un guardarropa, otro comedor, la cocina, una despensa, un cuarto nada más que para la vajilla, otra sala equipada solamente con equipos de televisión de última tecnología.
También posee tres cuartos que funcionan como vestidores, tanto arriba como abajo; otras dos habitaciones destinadas como lavaderos; dos amplios escritorios, uno en cada planta y entre otras exquisiteces, Romero edificó un “Cuarto de Hobby”, donde guardaría sus réplicas de aeronaves y algunos dorados disecados, de las pescas que hacía a bordo del helicóptero del Servicio de Emergencia 911, propiedad de la provincia.
Piscina climatizada
En la planta baja también se destacan otras excentricidades, como un gimnasio equipado con todas las máquinas que hay en el mercado, una piscina climatizada que posee su propia sala dotada con costosos equipos de filtración de aire. Otra de las dependencias que se destaca, y en la cual doña Carmen Lucia Marcuzzi se enorgullece, se puede apreciar un “Jardín de Invierno”, el cual cuenta con una ornamentación acorde a dicha estación y se encuentra cercado con enormes paneles de vidrio.
En la planta alta, en tanto, los Romero Marcuzzi edificaron dos suites y tres dormitorios, mientras que el cuarto de huéspedes quedó en la planta baja. Cada uno de estos cuartos, evidencian lujos propios de las mansiones de Miami, con alfombras, cerámicos y terminaciones en granito.
Antes de cada cuarto o salón, los Romero Marcuzzi edificaron especie de salas de estar. En una de ellas, los empleados cuentan que los dueños tendrían una bóveda, la cual es cuidada con celo por el ex gobernador Romero.
Entre las dos plantas, la mansión posee trece baños.
En ambas plantas, también hay un sector claramente identificado asignado al personal de servicio, incluso con cuartos y baños dentro de la mansión. En la planta baja, en tanto, existe un depósito, una sala de máquinas y una amplia cochera.
La propiedad original tenía un total de 430 metros cuadrados edificados, a los que los Romero Marcuzzi sumaron otros 1670 más, sin contar las otras edificaciones que posee el predio, entre ellas un amplio galpón y otra casa más pequeña con relación a la edificación principal.
La mansión representa una inversión más que millonaria, cifra que Romero, lejos de otras edificaciones de esta naturaleza, no puede justificar. Esta situación lo tiene al borde de la apertura de una nueva causa penal, esta vez por el delito de enriquecimiento ilícito.
Fuente: Nuevo Diario de Salta