El ministro de Ambiente de la Nación criticó el uso del herbicida glifosato
Su titular, Juan Cabandié, lo calificó de veneno. “Contamina las napas freáticas y se fumiga la cara de los niños en las escuelas rurales y las de los centros urbanos”, señaló sobre uno de los agroquímicos más usados. Polémica en el sector tras sus dichos.
En un contacto que mantuvo con el Senado de la Nación, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, criticó el uso del herbicida glifosato, uno de los agroquímicos de mayor utilización en la agricultura.
"Es cierto que la contaminación se produce, sobre todo en los grandes centros urbanos, pero también se produce en algunas zonas agropecuarias. Ustedes saben lo que significa el uso del glifosato, el paquete tecnológico en la pampa húmeda y más, porque producto del transgénico (por la soja resistente al herbicida) y el glifosato la frontera agropecuaria se extendió hasta provincias del NOA y el NEA", apuntó el ministro, en declaraciones que reproduce el sitio Agronoa.
A su consideración, el glifosato “o veneno, contamina las napas freáticas y se fumiga la cara de los niños en las escuelas rurales y las de los centros urbanos. Hay muertes producto” del uso de este químico.
Estas declaraciones encendieron la polémica con referentes del sector que calificaron de "imprudentes" y sin fundamentos sus declaraciones, como así en el sector agropecuario comenzaron a producirse distintas reacciones en contra de las palabras del funcionario.
Desde la Federación Agraria Argentina (FAA) le respondieron a Cabandié y aseguraron que sus afirmaciones no ayudan para la interrelación entre lo urbano y rural. "El sector productivo se esfuerza por hacer su tarea de la mejor forma, con la mayor calidad y cantidad de producción, pero también de la manera más inocua y con el mayor cuidado del ambiente posible, en especial los productores pequeños y medianos", indicó Carlos Achetoni, presidente de FAA.
En tanto, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, sostuvo que desde el sector ven "con suma preocupación que un funcionario público que ostenta el cargo de ministro pueda emitir una opinión infundada sin ningún sustento científico, que puede tener consecuencias muy graves para la Argentina y su producción en un momento tan delicado de su economía".