Se viene la reforma impositiva: gravar más a los que más ganan
La reforma impulsada por la Nación se busca gravar más a sectores de mayor capacidad contributiva y ampliar la base de impuestos progresivos. Recaudación y crecimiento. Pretenden enviarla al Congreso antes del 15 de septiembre.
En la elaboración de la reforma trabajan la Jefatura de Gabinete, los ministerios de Economía y de Desarrollo Productivo y la Administración Federal de Impuestos.
“Estamos trabajando a toda máquina con la reforma tributaria”, confirmó a Ámbito una alta fuente del Gobierno. La intención es llegar a enviarla al Congreso antes del 15 de septiembre fecha en la que se mandaría también el proyecto de presupuesto 2021.
“La intención sería llegar antes”, confiesan, pero “lo vemos difícil”. La urgencia está dada porque para el Gobierno “es fundamental” la reforma tributaria y por esta razón “estamos acelerando todo lo que podemos”. “Necesitamos recuperar ingresos fiscales rápidamente, porque es la contracara del déficit” y lograr “una mayor equidad”, precisan al tiempo que agregan que “tiene que tener objetivos claros y asequibles”.
Al respecto adelantan que “trabajamos sobre un par de objetivos claros, no será la refundación de la República, sino que apuntaremos a metas concretas como estimular la actividad económica o el ahorro”.
El espíritu de la reforma es “buscar un equilibrio, no vamos a poner impuestos a tontas y a locas, pero tampoco, como algunos sectores nos piden, bajar todos los impuestos”, consigna la alta fuente.
Uno de los aspectos que contemplará la futura reforma tributaria es la posibilidad de eximir o rebajar la tasa de impuesto PAIS al que compre dólares siempre que los deje en el sistema financiero.
La reforma pasa por gravar más a aquellos sectores de mayor capacidad contributiva y ampliar la base de los impuestos progresivos en la Argentina. Asimismo, otro de los ejes consiste en diseñar un sistema impositivo que privilegie la producción.
Del análisis de la experiencia internacional, los funcionarios concluyen que “en las últimas décadas se dio a nivel global una escalera descendente en baja de impuestos, en flexibilización laboral, que cuando uno lo mira en perspectiva, no redundaron en una mejora del trabajo, ni de la inversión ni en una mejora productiva” precisó Marcó del Pont.
La intención oficial es reconfigurar el esquema implementado por el gobierno anterior corrigiendo su carácter “muy regresivo”, porque castigó a las pymes y bajó impuestos progresivos - a los Bienes Personales-.
En el Gobierno se descarta la posibilidad de “desgravar por desgravar”, según precisó la titular de la AFIP.
El propósito es encontrar un equilibrio entre la recaudación necesaria para sostener las políticas públicas y, al mismo tiempo, establecer las condiciones para el crecimiento económico.
Al respecto, el titular del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, sostuvo este martes que una vez cerrado el proceso de la reestructuración de la deuda habrá una señal positiva para los mercados que contribuirá a reducir la brecha cambiaria y, por lo tanto, “no habría razón para establecer mayores restricciones cambiarias”.
Cabe señalar que el ministro de Economía, Martín Guzmán es quien más se resiste a aumentar los controles cambiarios. En fuentes del Palacio de Hacienda se considera que medidas de estas características podían llegar a ampliar la brecha que separa al dólar oficial del blue, hoy cerca de 80%.
Pesce remarcó que no hay atraso del tipo de cambio y que el dólar hoy es competitivo. Sobre la brecha, sostuvo que “tuvo que ver con la incertidumbre que se produjo con el proceso de reestructuración de la deuda, que era complejo y que iba a llevar varios meses”.