Coronavirus28/12/2020

¿Contagian los vacunados o recuperados de Covid? La pregunta que desvela a la ciencia

Estar inmunizado. Un estado con el que todos fantaseamos en tiempos de coronavirus. Como si fuera algo mágico. Aunque también surge la duda de si aquellos que ya tuvieron la enfermedad o los que recibieron la vacuna pueden (o no) contagiar a los demás. Se le preguntó a un grupo de especialistas.

Empecemos por el primer caso: el de una persona que ya tuvo Covid-19. ¿Puede reinfectarse, ser asintomático, y entonces contagiar a otras personas?

“Está documentada la posibilidad de reinfección”, dice Wanda Cornistein, directora de la Maestría en Prevención y Control de Infecciones de la Universidad Austral.

Según la especialista, se habla de un tiempo de tres meses entre la primera infección y la posibilidad de tener una reinfección, teniendo en cuenta la duración de los anticuerpos, aunque aclara que todavía "no se sabe a ciencia cierta”.

“También suele suceder que personas que fueron positivas pueden tener en la faringe algunas partes de virus que son detectadas por estudios como PCR, pero no significa que ese virus sea infectante”, completa Cornistein.

Según el doctor Alejandro Videla, vicepresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), no es nula la posibilidad de volver a enfermarse o de infectar a otras personas, pero existen muy pocos reportes de reinfecciones en todo el mundo.

“Además, en aquellos pacientes que se reinfectan, el Covid-19 toma predominantemente formas poco importantes, tanto desde el punto de vista clínico -o sea, presentaciones muy leves a nivel sintomático- como con poca capacidad de contagio”, sigue Videla.

Y acá viene la segunda duda en torno a la inmunidad. Una persona vacunada contra el Covid-19, ¿puede contagiar a los demás? En otras palabras, ¿puede tener una forma leve de la enfermedad, ser portador del virus, y por lo tanto transmitirlo?

La infectóloga Cristina Freuler, Jefa de Medicina Interna del Hospital Alemán, explica que todas las vacunas tienen un grupo de gente que no responde a la misma. Por eso se habla, por ejemplo, de un “90% de efectividad”.

“Eso quiere decir que hay un 10% de los vacunados en los que la vacuna no es efectiva. Esa gente puede contagiarse y contagiarlo. Por eso, se tiene que evitar que, solo porque uno está vacunado, se sienta totalmente protegido y no se cuide con respecto a los demás”, comenta Freuler.

Algunas de estas vacunas –continúa la infectóloga- prometen que uno se puede contagiar, pero no tener formas graves. Esto lo vemos en otras patologías: por ejemplo, las personas inmunizadas contra la herpes zoster (culebrilla) pueden tener la enfermedad, pero en forma mucho más leve y con menos dolor residual.

“En ese caso, si tienen la enfermedad más leve pero la tienen, de todas maneras podrían contagiar”, subraya Freuler.

Según Videla, hasta el momento, la información que tenemos es que la única vacuna que ha demostrado proteger contra la transmisión del virus es la de Moderna. Sin embargo –señala- las otras vacunas disponibles también protegen contra la enfermedad clínicamente relevante, es decir, con síntomas graves y hospitalizaciones.

Otra duda que surge. Si estando vacunados igual podríamos contagiar a los demás, ¿cuál es el objetivo de los planes de vacunación?

Los grandes planes de vacunación que conocemos, de países como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Rusia, tienen como objetivo proteger a la población de mayor riesgo. Esto es: el personal de salud, los mayores de 65 años, y las personas con enfermedades crónicas como diabéticos y obesos.

“En esta primera etapa lo que urge es evitar la mayor cantidad de internaciones, que el personal médico no se enferme y que los servicios esenciales sigan en pie. La disponibilidad de vacunas en este momento es limitada, aún para los países desarrollados”, dice Videla.

Además, según Cornistein, a medida que se va vacunando a la población general, la generación de anticuerpos genera inmunidad de rebaño, que tiene que llegar al 60% o más para que se bloquee la diseminación de la enfermedad.

“Por ende, el objetivo de la vacunación es las dos cosas: proteger a los más vulnerables y evitar la diseminación una vez que se logre llegar a la vacunación de la mayor parte de la población”, completa la jefa de Control de Infecciones del Hospital Universitario Austral.

Los especialistas sostienen que es fundamental seguir manteniendo las medidas de prevención, incluso estando vacunados, ya que recién ahora estamos viendo el impacto real de las vacunas en la circulación del virus.

“Los asintomáticos que contagian, que ya sabemos que existen, se controlan implementando las medidas básicas de prevención. Si pudiéramos mantener esas medidas, a pesar de que existieran pacientes asintomáticos o con mínimos síntomas, no contagiarían”, cierra Cornistein.

Por lo tanto, la indicación es mantener la distancia social, la higiene de manos, la limpieza de superficies, y el uso de tapabocas. Además, evitar tocarse la cara, la nariz y la boca. /Clarin