COVID 19: Cachi suspende actividades y endurece controles
Fue una semana particular para Cachi la que está concluyendo luego que, tras mucho tiempo de estabilidad por la pandemia, volvieron a registrar casos positivos de COVID-19 en la localidad vallista, algunos de estos necesitando internación, lo cual ha llevado al COE cacheño a tomar medidas que entrarán en vigencia desde este fin de semana.
Según Diario de Cachi, las medidas resueltas establecen la suspensión de los encuentros masivos de danzas folclóricas, culturales y deportivos, el funcionamiento de la gastronomía al 50% de su capacidad y más controles sanitarios tanto a los residentes como a los turistas
En la conferencia brindada en el mediodía de este viernes el gerente del hospital de Cachi, el doctor Carlos Moreno, amplió los detalles del contexto en el pueblo: “Desde diciembre a la fecha hemos pasado sin aparición de casos de COVID-19, pero abruptamente en la semana se hicieron presentes dos casos, ambos internados, y luego tres casos”.
Del mismo modo indicó que “si bien no podemos hablar de rebrote, esto nos pone en alerta para tomar decisiones respecto a eventos, la experiencia sobre las actividades que convocan a mucha gente al aire libre o en ambientes cerrados, conocer el ámbito social, las costumbres del pueblo, hace que sea difícil el cumplimiento del distanciamiento” social que se pide como prevención, enfatizó.
Luego fue el turno del intendente Américo Liendro de anunciar las medidas: “Suspensión de las actividad al aire libre (desde este fin de semana) hasta el 31 de enero, coincidiendo con las medidas que tenemos a nivel provincial”. También aclaró que estos eventos deportivos y culturales “son donde hay aglomeración de gente y eso queremos evitar”.
A esto sumó que “se van a hacer más controles a los turistas debido al uso del barbijo, y se ha comprometido el comisario que habrá un puesto de control en el camping de El Algarrobal donde concurren turistas y mucha gente del pueblo”, recalcó.
En cuanto a la actividad gastronómica, puntualizó que seguirá “con el 50% de la capacidad de sus espacios, se va a trabajar con la Policía y Bromatología en las confiterías y restaurantes” para verificar el cumplimiento de la normativa.