Vuelta a las aulas: “Hay un desafío muy grande desde lo social y lo cognitivo”

El 1° de marzo, las aulas que estuvieron totalmente vacías durante el 2020, comenzarán paulatinamente a recibir alumnos. Tanto los docentes como los chicos deberán volver a adaptarse a la vida dentro de una escuela. Y en este camino ¿con que problemas se pueden afrontar?

En diálogo con InformateSalta la psicopedagoga Rocío Rivarola Balceda, indicó que lo primero que hay que tener en cuenta es que los niños estuvieron casi un año sin socializar entre ellos y sin adquirir los aprendizajes que hubieran logrado en condiciones normales, sin pandemia.

“Tenemos que estipular como vamos a hacer para que esos chicos se vuelvan a relacionar con sus pares, porque hay una afección dentro de la conducta también, cómo vuelven a relacionarse, para poder plantear una reinserción tenemos que ver cómo vamos a trabajar con los chicos primero desde lo conductual y de ahí empezar a plantear como vamos a retomar los aprendizajes que no recibieron”, dijo.


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En este sentido, consideró que los docentes tendrán que buscar estrategias para que los chicos que no pudieron acceder a las clases virtuales, no se sientan menos que el resto ni se sienta el desfasaje de aprendizajes entre compañeros. “Yo creo que las estrategias las tenemos que plantear más bien desde lo que tiene que ver con equiparar los aprendizajes y trabajar con los chicos de modo que ellos se sientan iguales”.

Asimismo, subrayó que no es factible que se comience directamente con los aprendizajes que corresponden al año, sino que es preferible retomar los del año anterior. “No puedo seguir dándole más información a los chicos si yo no tengo una base de aprendizaje, de conocimientos en los que ellos puedan sustentarse para seguir aprendiendo”.

La licenciada cree que será necesario también un periodo de adaptación en el que los chicos puedan reencontrarse y redescubrirse, para que los docentes puedan establecer dinámicas o rutinas de ingreso o salida y plantear pautas para evitar ‘burlas’ entre los compañeros, sobre todo hacia aquellos que tengan miedo de socializar nuevamente.  

Tenemos un desafío muy grande, porque hablamos desde lo social, lo cognitivo, lo que es el aprendizaje, también estamos hablando de las creencias desde la casa. Son muchos desafíos que se le están imponiendo al docente”, expresó.

En relación a las clases virtuales, opinó que este año los agarrará con una mayor organización o mejor parados que el año pasado, que tuvieron ir aprendiendo sobre la marcha. “Pero hay algo que no podemos dejar de lado. A futuro se va a ver el desfasaje de aprendizajes entre los chicos que pudieron acceder a la clase virtual y los que no”.

Finalmente, aseveró que a futuro comienza a observarse que la recuperación de los contenidos no puede pensarse sólo en un año, sino que se necesitarán al menos de 2 a 3 años.