Pateando prejuicios: El fútbol, un espacio de conquista de derechos de las mujeres
Son muchos los ámbitos en donde aún se evidencia una gran brecha entre los derechos de los hombres y las mujeres. Aunque cada vez más las canchas de futbol se ven pobladas de equipos femeninos, es un escenarios donde todavía existen muchas barreras para las mujeres.
Desde sus inicios y durante mucho tiempo el fútbol excluyó a las mujeres. Los registros de los primeros partidos de fútbol femenino datan de 1913 en adelante, sin embargo durante mucho tiempo estuvo invisibilizado y se practicaba de manera clandestina porque las mujeres que jugaban a la pelota estaban estigmatizadas.
En el marco del mes de la mujer, InformateSalta participó de la final del torneo de fútbol femenino “Cultura Deportiva” y dialogó con futbolistas salteñas, quienes contaron su experiencia en el deporte, cómo superaron las barreras en su carrera profesional y cómo las chicas lograron copar un espacio que antes les estaba prohibido, pateando prejuicios.
“Cuando comencé a estudiar educación física entré al equipo de la universidad, a partir de ahí me integré al futbol femenino en Salta. En los primeros años jugué mucho al futbol 11, participando en la liga salteña y en ligas de barrios. Después comenzamos a jugar futbol 5, que en este momento tiene mucho más auge”, contó una de las organizadoras del torneo, Andrea Abade.
El papel de la mujer está muy presente hoy en el fútbol, a diferencia de lo que sucedía hace 10 años atrás, en donde solo un grupo reducido de mujeres podían practicarlo. “Hace una década era impensado que un grupo de amigas alquilen una cancha para jugar al futbol, ese es un espacio que se fue ganando gracias al paso firme de la mujer adentro del futbol, que no se dejó doblegar por todas las adversidades que podemos encontrar en este ambiente que fue siempre dominado por el hombre”, dijo a InformateSalta la futbolista.
Mercedes Alberó, entrenadora en el torneo “Cultura deportiva”, contó: “Durante mi carrera tuve una gran dificultad con respecto a la formación, mi primera escuela fue el barrio, con mis amigos, en ese momento el futbol era para hombres. Mi primer partido oficial fue a los 8 años, jugando un Cebollitas, en un equipo de varones”.
La futbolista consideró a InformateSalta que “en la provincia hay muchísimo por trabajar. La mayor discriminación que sentí fue que por jugar al fútbol me señalaban como un varón. Si bien hubo muchos avances, el prejuicio social sigue estando”.
Producto de la lucha de las mujeres por sus derechos y de la conquista de espacios, el futbol femenino fue adquiriendo mayor relevancia y hoy tiene una fuerte presencia en lo deportivo. En Salta esto se puede ver en la cantidad de campeonatos que se juegan a lo largo del año. La cancha no sólo representa un espacio de conquistas de derechos, sino también un lugar donde las mujeres refuerzan su identidad, donde forjan lazos, y donde muchas veces encuentran contención en un equipo donde todas son iguales.