Para evitar accidentes, proponen reducir la velocidad máxima de circulación
Tras los continuos siniestros viales que se registraron en los últimos 10 días en la ciudad de Salta, desde la Provincia buscan implementar un nuevo límite de velocidad en los municipios de Salta, una estrategia que ya se aplica en ciudades como Nueva York, EEUU; Bogotá, Colombia, entre otras.
La propuesta busca que el nuevo límite sea de 30 km/h, y no de 40 km/h como es en la actualidad, y que se aplique en zonas específicas a los fines de mejorar la circulación de los usuarios vulnerables: peatones y ciclistas. “No es una norma que surja por la picada ni tampoco que sea restrictiva en un 100%”, explicó una fuente a InformateSalta.
Los fundamentos, según pudo saber nuestro medio, surgen a partir de los resultados de pruebas cinéticas que demuestran que cuando un vehículo circula a 40 km. por hora y hay un atropellamiento del peatón o embestimiento del ciclista esa persona tiene un 50% de probabilidades de morir, en cambio si la velocidad es a 30 km. por hora, tiene un 70% de probabilidades de vivir con lesiones leves.
Al respecto, Juan Carlos Sauma, director de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), en El Tribuno, explicó que las zonas que se buscan regular son las que tienen una alta siniestralidad o mucha concurrencia de peatones. “Vamos a proponer que las intendencias estudien la propuesta”, dijo.
Si bien aclaró que los lugares a aplicar esta reducción de velocidad se determinarán a través de estudios de ingeniería y siniestralidad vial y teniendo en cuenta la dinámica de cada uno de los municipios, adelantó que seguramente incluirán las zonas de escuelas en donde hay mucha circulación de jóvenes y de niños.
En el mismo sentido, manifestó que probablemente se sumarán también aquellas calles que tengan mucha concurrencia y circulación de peatones, como los lugares donde hay muchos locales comerciales y donde se ve una circulación constante de peatones.
Cabe destacar que el fin principal de la iniciativa es proteger la vida de los usuarios vulnerables, y en segundo término reducir la contaminación ambiental, auditiva y demás.