Estos son los factores de riesgo asociados a la mortalidad por Covid en Argentina
En más de un año y medio de pandemia, hay ciertas verdades que se fueron imponiendo. Por ejemplo, que las personas mayores y con comorbilidades eran las que tenían más riesgo de terminar en terapia por coronavirus y de morir. Sin embargo, no había estadísticas que lo confirmaran.
Ahora, una investigación de expertos argentinos, la primera en publicarse en una revista científica internacional, aporta datos locales para explicar a qué pacientes internados afectó más el Covid.
Los resultados del estudio prospectivo ECCOVID acaban de ser publicados por la prestigiosa revista PLOS ONE. En esta investigación participaron 25 especialistas y 19 centros médicos del AMBA y del interior del país, que reclutaron más de 800 pacientes entre marzo y octubre del 2020.
El estudio fue impulsado por la Comisión de Investigación de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), y financiado por la entidad, con el objetivo de hacer investigación y describir cuáles eran las características clínicas y los factores asociados a la entrada a terapia intensiva y a la mortalidad en Argentina.
Pregunta
“La primera pregunta que nos planteamos fue si lo que estábamos viendo en nuestro país era lo mismo o distinto a lo que estaba reportando el mundo. Planeamos esta investigación apenas comenzó la pandemia porque sabíamos que era una pregunta que alguien tenía que contestar en algún momento. Y la única forma de hacerlo era con un trabajo multicéntrico como este”, explica Martín Stryjewski, jefe de Internación del CEMIC y coordinador de la Comisión de Investigación de la SADI.
¿Qué respuesta obtuvieron a esa pregunta? En síntesis, que aquí ocurrió lo mismo que en el resto de los países. Los investigadores confirmaron que hay determinados marcadores que indican el pronóstico de una peor evolución para esos pacientes.
“Ser varón, tener hipertensión, obesidad, requerimiento de oxígeno y linfocitos bajos al ingreso fueron factores de riesgo para pasar a terapia intensiva. Respecto de la mortalidad, vimos un incremento del riesgo en los mayores de 60 años y en quienes requerían oxígeno”, describe Ezequiel Córdova, médico del Argerich, miembro de la SADI y autor principal del estudio.
Analizando los datos de la investigación, el promedio de edad de los internados fue de 53 años. El 18% de los pacientes tuvieron que ir a terapia intensiva y el 12% del total debió usar respirador. La mortalidad global a 30 días fue del 11%, pero trepó al 36% entre los que ingresaron a terapia y al 50% entre quienes requirieron ventilación mecánica.
Segunda ola
Los resultados ahora publicados por PLOS ONE se concentraron en la primera ola en nuestro país. Pero la investigación siguió y los científicos están analizando los datos de la segunda ola. Esperan tener procesada la información próximamente, pero ya hay algunos indicios de lo que va a revelar esta segunda parte del estudio.
Uno, que la mortalidad va a ser superior, alrededor del 20%, estima Córdova. Stryjewski explica que en el comienzo de la pandemia se internaba a todo el mundo, incluso a pacientes que no tenían mayores complicaciones –recordar al famoso paciente 13, que contó toda su internación en un blog--. En el promedio, esos internados "leves" hicieron bajar el porcentaje de mortalidad.
Pero en la segunda ola, sólo se internaba a pacientes que ya llegaban con un cierto grado de compromiso, con lo cual lógicamente hubo un porcentaje mayor que ingresaron a UTI y que fallecieron. También se internó a pacientes más jóvenes sin vacunar o con una sola dosis, ya que muchos adultos mayores habían logrado completar sus esquemas.
“Solo la mitad de los pacientes requerían oxígeno en la primera ola, mientras que en la segunda ola casi todos lo requirieron”, suma Stryjewski y explica que el bajo oxígeno en sangre es el principal factor predictor de la evolución: una saturación de 93% o menos aumenta el riesgo de mortalidad tres veces.
En la segunda parte de la investigación, buscarán analizar si estos factores de riesgo se repiten. Y, también, ver cómo impactaron las variantes, con la predominancia de la Gamma (la originaria de Manaos).
Stryjewski señala que, de ahora en más, deberá investigarse si en el futuro el Covid va a ser una gripe con más mortalidad o si va a seguir como hasta ahora, como una enfermedad en olas. Córdova comenta que en el Argerich, desde hace unas semanas, están viviendo una situación no esperada: ningún paciente internado por SARS-CoV-2, y pocos positivos. Y se esperanza con que tengan que concluir su trabajo: “Ojalá continúe así y tengamos que cerrar el estudio acá”.
Fuente: Clarín