Anulan el sobreseimiento de dos jefes policiales y un militar
La Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal anuló los sobreseimientos de los ex jefes policiales Roberto Arredes, Antonio Saravia (fallecido) y el militar Luis Dubois y reenvió el expediente a la Cámara Federal de Apelaciones de Salta para que dicte un nuevo pronunciamiento "con la celeridad que el caso impone" y de acuerdo a las pautas fijadas en esta resolución.
En tanto, se estableció que la causa, en la que se sigue investigando el secuestro y desaparición del militante peronista Néstor Miguel Díaz, debe continuar abierta para cumplir con la obligación del Estado de buscar la verdad sobre los crímenes cometidos en la dictadura.
La decisión, del 13 de diciembre, fue tomada en mayoría por los camaristas Ana María Figueroa y Daniel Antonio Petrone, y reviste particular importancia para la jurisdicción de Salta porque por primera vez Casación analizó las faltas de mérito dictadas por la Cámara de Salta, que precisamente con esta causa inició su doctrina de faltas de mérito que luego devenían en sobreseimientos.
Ahora Casación revisó el caso y anuló el sobreseimiento, con lo que quedó vigente la falta de mérito, una figura que permite continuar con la investigación.
Desde la Fiscalía se adelantó que pedirán a la Cámara de Salta que no continúe dictando faltas de mérito y en este caso en particular, "dicte el procesamiento para que se dirima en juicio usando el precedente de (Calixto) Salazar que también había ido en ese sentido en el caso de duda”, es decir, que se dilucide en un juicio oral.
Precisamente, Arredes fue condenado a prisión perpetua en diciembre último por la detención ilegal y el homicidio de Salazar, cometido en los primeros días de septiembre de1976 en el marco del terrorismo estatal.
“La idea es que se dirima en juicio por la obligación del Estado de investigar exhaustivamente los casos, no pueden quedar en una falta de mérito eterna”, ratificó la Fiscalía, que recordó que esa doctrina que habilitó las faltas de mérito, "ya venía bastante cuestionada por el precedente Burgos”.
En el segundo tramo de la investigación de la desaparición del dirigente agrario Felipe Burgos la Sala IV de Casación "hizo toda una serie de cuestionamientos respecto de cómo se valoraba la prueba en la Cámara de Salta, cuál era el estándar para remitir las causas a juicio, cómo se valoraba la intervención que tuvieron los integrantes de la plana mayor, toda una serie de aspectos de las causas que la Cámara tuvo un criterio y nosotros teníamos otro y finalmente en la instancia de Casación nos dan la razón".
Néstor Miguel Díaz, un militante de la JP, fue secuestrado en la ciudad de Salta en la madrugada del 12 de agosto de 1976 por una patota que irrumpió en su casa y se lo llevó sin siquiera darle tiempo a vestirse. Sus familiares realizaron diversas denuncias y presentaciones, ante “la Jefatura de Policía de la Provincia, la Policía Federal, Justicia, Comisaría Tercera, sin obtener ninguna respuesta”. En una de esas visitas a la delegación de la Policía Federal, la esposa de Díaz, Elsa Sierra, reconoció a uno de los integrantes de la patota que ingresó a su habitación y se llevó a su marido.
Por este hecho ya fueron condenados el militar Carlos Alberto Mulhall (fallecido), que era jefe de la Guarnición Ejército Salta; el jefe de la Policía, Miguel Gentil (fallecido); el jefe del Departamento de Seguridad de la Policía provincial, Joaquín Guil, y el comisario inspector Víctor Hugo Almirón.
En la continuidad de la investigación, fueron acusados Arredes, Saravia y Dubois; la Fiscalía sostiene que por los cargos que ocupaban no podían desconocer que se había ordenado la desaparición de Díaz. Arredes era jefe del Departamento de Personal (D1) y Saravia comandaba el Departamento de Informaciones (D2) de la Policía de la provincia, mientras que Dubois era oficial de Logística (S4) en el Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 141.