Justicia Por: InformateSalta20/01/2022

Jésica, la joven que fue asesinada en su trabajo, a pesar de haber pedido ayuda a la justicia

A poco de cumplirse un año del femicidio de Jésica Solís, ocurrido dentro de su pollería en el barrio San Calixto, la justicia elevó la causa a juicio contra su expareja Ezequiel Domínguez y Rocío Farfán, pareja del imputado. Ante la noticia se revivió el doloroso peregrinar de la joven que a pesar de haber denunciado los hechos de violencia y tener una perimetral, no evitó el fatal desenlace. 

Tenía solo 28 años y un hijo en común con su femicida, Ezequiel ya había logrado rehacer su vida tras la separación, inclusive tiene una hija con su nueva pareja, sin embargo no dejaba de molestarla, el motivo era la vivienda y el negocio. Una amiga de la víctima dijo que como participó en la construcción se creía dueño total. 


Llevan a juicio al hombre que degolló y mató a su expareja frente al hijo de ambos

Ese día la joven estaba trabajando y una de sus amigas entró al local para comprar milanesas y escuchó que estaban discutiendo y le pedía que se vaya. “En un segundo escuché un ruido adentro de la pollería, hay un estante que divide la cocina con el negocio y él estaba adentro con su pareja, Jésica les decía que se vayan, la chica no hizo nada. Escuché el grito de su hijito que desesperado me dijo tía hace algo”, dijo en aquel entonces la única testigo. 

Allí comenzó la secuencia del horror, Ezequiel quiso irse y la amiga de Jésica entró a la cocina y la encontró en el piso, se estaba desangrando, su hijo gritaba y ante semejante escena se desmayó. 

Los gritos alertaron a todos los vecinos, la amiga y única testigo en la escena comenzó a golpear a Ezequiel presa de una crisis nerviosa mientras le exigía que la ayude; mientras tanto ella se desangraba. 

Él la levantó y corrieron hacia la vereda, intentaron subirla a una moto para llevarla al hospital pero no arrancaba. Jésica terminó muriendo en la vereda, con ropa intentaron hacerle una compresa en el cuello pero todo fue en vano. 

Su hijo bañado en sangre se descompensó dos veces y los vecinos trataron de contenerlo, en medio de la situación llegó la ambulancia del Samec quien al verla no pudo hacer nada, era demasiado tarde, la lesión fue gravísima y se desangró en cuestión de segundos. 


Femicidio de Jesica: “Llamá a la policía para que lo saquen”, el relato de una testigo

Se montó un fuerte operativo policial y mientras custodiaban al acusado se escuchó un grito desgarrador, “me rompieron el corazón, Jésica, Jésica”, era su familia que llegaba alertada por lo sucedido. Por seguridad tuvieron que sacar a Ezequiel del lugar. 

En la pollería se montó un pequeño santuario y desde allí pidieron justicia. Lo que sucedió después no logró ni siquiera dar tranquilidad ni alivio, en medio de la pandemia del coronavirus la víctima dio positivo en COVID y no pudieron realizar la despedida que deseaban. 

Ahora esperan que se haga justicia y ambos reciban una condena ejemplar.