Hay 35 empresas investigadas por las estafas piramidales en la Argentina
Las estafas piramidales crecen en la Argentina: investigan a 35 empresas y las denuncias no paran de llegar. La Justicia sospecha de negocios que ofrecen retornos muy altos y que están basados en criptomonedas, cursos y hasta vacas virtuales. Hay miles de ahorristas perjudicados. Generación Zoe es uno de los casos más notorios, señala Clarín este sábado.
En Tucumán, Mendoza, La Rioja y Catamarca, entre otras provincias, la preocupación es generalizada. Dicen que las propuestas son tan tentadoras que mucha gente vende lo poco que tiene (autos, motos, terrenos y viviendas) para ingresar en mecanismos de inversión incomprensibles. Incluso algunos toman créditos para no perderse la oportunidad. Dicen que algunas localidades, como San Rafael (con Ganancias Deportivas) y Villa María (con Generación Zoe), cientos de ahorristas perjudicados no lo denuncian por vergüenza o porque no tienen los recursos para pagar abogados.
Las estafas piramidales están de moda y la preocupación va en aumento, sobre todo en el interior del país. El mes pasado, el Banco Central denunció ante la PROCELAC a dos financieras: Finantech y Adhemar Capital. Esta última, cuya casa matriz está en Catamarca y tiene una sucursal en Tucumán, afronta serias dificultades y miles de ahorristas reclaman su dinero. Ofrecían retornos de hasta 200%, según el monto de la inversión y el tipo de moneda.
Dicen que su dueño, el “trader” y gurú en criptomonedas Edgar Adhemar Bacchiani, está tratando de reestructurar sus deudas con los clientes. Lo llaman “El Pelado” y hasta hace dos meses se paseaba en una Ferrari en Tucumán. La operatoria era tan grande que “se afectó el nivel de actividad económica de la provincia”, se lamentó el gobernador catamarqueño, Raúl Jalil.
Durante algún tiempo y en medio de la pandemia, los habitantes de San Rafael, en el sur de Mendoza, creyeron en las bendiciones. La llegada de Ganancias Deportivas, un sitio de apuestas online que ofrecía a los inversores retornos extraordinarios, generó una euforia colectiva que se evaporó de golpe. Tras abrir una causa de oficio, el fiscal Javier Giaroli determinó que era una estafa piramidal. “Esto no es una opinión, es para mí una conclusión forzosa”, sostuvo. El sueño de prosperidad se desmoronó en un instante. “Recibo a diario denuncias de gente que no cobra desde octubre”, grafica Giaroli.
El de Ganancias Deportivas podría ser un caso aislado. Nada más alejado de la realidad. La Justicia investiga a más de 35 empresas sospechadas de armar esquemas del tipo “Ponzi”, un flagelo que se expandió en el último año y que abarca a negocios con criptomonedas, cursos de coaching y de trading, NFT (imágenes encriptadas), venta de lotes en el metaverso y hasta vacas virtuales. Los jueces y fiscales están desbordados. “Estamos muy preocupados por la cantidad de denuncias”, admite Sebastián Negri, vicepresidente de la CNV (Comisión Nacional de Valores).
Los investigadores sostienen que el patrón de las estafas piramidales es muy claro. Se trata de captar fondos a cambio de rentabilidades muy altas y premiar con bonos extra a los que atraen nuevos usuarios. “El engaño es que la gente piensa que el dinero surge de un negocio fabuloso, cuando en realidad proviene de los futuros suscriptores”, describió Gairoli. Ganancias Deportivas operaba en varias provincias, pero en San Rafael fue furor. Dicen que hubo gente que vendió autos, motos, terrenos y hasta renunció a sus trabajos. La mayoría lo perdió todo.
La más sospechada es Generación Zoe, que acumula al menos dos causas penales y en una de ellas, radicada en la provincia de Córdoba, pidieron la captura de su fundador: Leonardo Cositorto. Este viernes, la fiscal Juliana Companys ordenó el arresto de 8 altos directivos por supuesta estafa y asociación ilícita. Lo hizo tras allanar domicilios particulares y las oficinas que la empresa tiene en la localidad de Villa María, y que permanecían cerradas desde el 17 de febrero sin ninguna explicación.
Leonardo Cositorto, el dueño de Generación Zoe.
La situación de Cositorto es más que complicada. Días antes, el fiscal federal Eduardo Taiano lo imputó por presunta estafa y defraudación económica al fisco, y lo acusó de operar “bajo una fachada de un supuesto culto y una falsa universidad ofrecer(ía) titulados en criptomonedas y coaching”. Taiano pidió varias medidas de prueba y también incorporó a la causa una investigación preliminar de la PROCELAC (Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos).
Zoe y Cositorto eran investigados desde febrero del año pasado. Estaban en la mira de diversos organismos de control, entre ellos la CNV, la IGJ (Inspección General de Justicia) y el Banco Central. Verborrágico como un showman de stand up, Cositorto se presenta como un “líder motivacional”. Realiza giras y convenciones dentro y fuera del país donde arenga al público con conceptos comerciales, financieros, místicos y religiosos. En su escrito, Taiano destacó que en el último año lanzó 8 empresas nuevas, entre ellas la Zoe Cash, su propia criptomoneda.
Cositorto dice que acumuló su fortuna en base a sus conocimientos, que logró construir un holding en poco tiempo y que está dispuesto a compartir su éxito a cambio de pequeños desembolsos. Los investigadores sospechan que el conglomerado empresario de Cositorto es una estafa piramidal. Los fraudes del tipo “Ponzi” encuadran básicamente en 3 delitos: estafa, lavado de dinero y captación de dinero sin autorización de la CNV o el BCRA.
De todas las estafas, la más curiosa es Our Ranch, una aplicación orientada al negocio agrícola y que recaudaba inversiones con retornos tentadores para la crianza de vacas en Australia. Al poco tiempo, la app de las “vacas virtuales” dejó de funcionar y fue denunciada en la Justicia, confiaron a Clarín fuentes oficiales. Los ahorristas perjudicados acusan a una youtuber, que promocionaba el negocio a través de las redes sociales. No es la única. Este año la CNV intimó a tres “influencers” por promocionar servicios financieros sin habilitación.
El uso de redes es habitual para seducir ahorristas. En los esquemas piramidales, el truco es ofrecer tasas muy elevadas y bonificaciones por reclutar nuevos inversores. El negocio fluye siempre y cuando ingresen fondos frescos, que permitan abonar a los primeros. Si eso no ocurre, el sistema colapsa. Se cree que algo así ocurrió con Intense Live, una empresa que ofrecía participar en una app de “transporte colaborativo”, muy similar al de Uber o Cabify.
Casi como un calco del resto, la compañía es investigada en la localidad bonaerense de San Nicolás y en la provincia de Tucumán. La primera causa la impulsó el fiscal federal Matías Di Lello, por captación irregular de fondos. Pero por otro lado, el fiscal de Cámara, Antonio Gustavo Gómez, abrió una línea exclusiva para recibir denuncias por presunta estafa de ahorristas perjudicados. “Hasta el momento recibimos más de 200, que estamos procesando”, dijo Gómez al ser consultado por Clarín.
De la euforia a la desesperación
El caso de Generación Zoe es apenas uno, acaso el más escandaloso, de una nueva camada de empresas sospechadas de armar fraudes piramidales. El delito es conocido como “esquema Ponzi”, en honor a Carlo Ponzi, un inmigrante italiano que llegó a los Estados Unidos y que en 1920 terminó preso por estafador serial. Sin entrar en detalles, su caso es ilustrativo de un delito que se expandió en la Argentina y en todo el mundo.
Ponzi atraía clientes ofreciendo una rentabilidad del 30% sobre depósitos a 90 días. Posteriormente, elevó ese porcentaje a 40% y 50%, extendiendo también los plazos, lo que generó picos de euforia. Luego se descubrió que pagaba los retornos con el ingreso de nuevos ahorristas, una “pirámide” en la cual los últimos, la base mayoritaria, termina perdiendo todo. Ponzi fue condenado y murió como empezó, sin un centavo.
Lo cierto es que Ponzi popularizó una modalidad delictiva que hoy está en pleno auge. Este viernes, la fiscal de la localidad cordobesa de Villa María, Juliana Companys, allanó las oficinas de Generación Zoe y pidió la captura internacional de su fundador y líder, Leonardo Cositorto, entre otros.
No es un caso aislado. En algunas ciudades del interior del país, como San Rafael, Mendoza, el fenómeno de las apuestas online causó furor. El fiscal Javier Giaroli impulsó la investigación de Ganancias Deportivas, que cautivó a cientos de pobladores ofreciendo retornos muy por arriba del mercado. “Si las estafas piramidales son una pandemia, entonces Mendoza es Wuhan”, dice con ironía Giaroli, en alusión a la ciudad china donde se originó el coronavirus.
Los investigadores coinciden en que en el interior proliferan las propuestas engañosas. El vicepresidente de la CNV, Sebastian Negri, reconoció que están investigando a más de 15 empresas. La CNV (Comisión Nacional de Valores) es el organismo que controla el mercado bursátil, los fideicomisos y otros instrumentos financieros. “Estamos muy preocupados por el volumen de denuncias”, dijo. Además, confió que días atrás inspeccionaron dos empresas en Catamarca que captaban dinero con retornos muy altos. “Les pedimos que nos expliquen cuál es el modelo de negocios”, relató.
Los esquemas piramidales están de moda en todo el mundo.Ahora el anzuelo son las finanzas digitales, las criptomonedas, los cursos de coaching y trading y hasta los negocios agrícolas virtuales. La semana pasada, el actor norteamericano Zachary Horwitz, fue sentenciado a 20 años de prisión luego de admitir que armó un esquema Ponzi. El Departamento de Justicia de aquel país dijo que “recaudó al menos US$650 millones” por parte de inversores con la promesa (falsa) de que iba a comprar los derechos de películas que supuestamente tenían HBO y Netflix”.
Mucho más cerca y con algo de humor negro, Cabo Frío, una ciudad turística de Brasil, fue rebautizada como la “Nuevo Egipto”, por la cantidad de estafas piramidales. En la Argentina, el caso más resonante fue el de Hope Funds, la organización que prometía a los inversores retornos de hasta 12% anuales en dólares. Muy por arriba de lo que ofrecen en el mercado legal. Su fundador está preso a la espera del juicio oral.
El financista de Wall Street, Bernie Madoff, orquestó durante más de 20 años una gigantesca estafa piramidal. La Justicia norteamericana estimó que ese esquema “Ponzi” ocasionó a los inversores pérdidas cercanas a los US$65.000 millones, por lo que muchos la consideran la estafa más grande de la historia.
Descubierto a fines de 2008, en plena crisis de Lehman Brothers, Madoff fue condenado a 150 años de prisión, pero murió por causas naturales el 14 de abril de 2021. No obstante, Madoff acreditó fama y reconocimiento hasta alcanzar la cúspide. Años antes de ser descubierto llegó a presidir el Nasdaq, el panel donde cotizan las grandes corporaciones tecnológicas. El premio Nobel de Economía, Paul Krugman, sostuvo que el “Ponzi” de Madoff habría durado mucho más si no fuera por la crisis de 2008. /Clarín