La odisea de un hincha de River para ingresar al Martearena
Con el final del partido, y la cancha vacía, llega el momento de repasar cuestiones e intentar no cometer los mismos errores. Un lector de InformateSalta se comunicó con la redacción para contar lo que para él fue una odisea, ingresar al estadio para ver al club de sus amores.
El partido que iniciaba a las 21:10 contaba con un “ejemplar operativo policial” para cuidar a los hinchas, pero no todo es color de rosas. Un hombre que llegó al estadio con su entrada para la Platea Lateral, y toda la expectativa para poder ver al millonario, se dio cuenta que no era así cuando faltaba alrededor de una hora para el inicio del encuentro.
La fila para el control que se realizaba al costado de “Diarco” llegaba hasta el puente de la embotelladora Coca Cola donde el distanciamiento social, y el uso del barbijo parecían no existir, “parece que al COVID no le gusta el fútbol”, comentó el hombre que pidió resguardar su identidad.
“Parece que al COVID no le gusta el fútbol”
Luego de hacer toda la larga fila, se llegaba a un operativo donde “supuestamente te pedían el carnet de vacunación. Digo supuestamente porque les mostré el celular apagado y pude pasar igual”. Tras eso “había que correr alrededor de 300 metros para llegar al control del Estadio”.
En este último control, el hombre se encontró, junto con alrededor de 200 personas más, con las puertas cerradas y los oficiales de la Policía que no sabían que decir y solo atinaban a dar indicaciones incorrectas que hacían que los hinchas intenten buscar una puerta abierta sin éxito.
Tras varios minutos de tensión, en los cuales seguían llegando hinchas, el hombre que cuenta que sigue a River desde hace más de 20 años por diferentes estadios, consiguió “colarse en un descuido del operativo. Abrieron la puerta para sacar a un hincha, y pude entrar junto a otros fanáticos” y agregó: “me cortaron la entrada, me hicieron el cacheo y me fui a las tribunas”.
Aunque parecía que todo iba a terminar ahí, en las tribunas la gente llegaba “hasta el primer descanso de la escalera. No se movían y todos buscaban poder ver el partido. Tuve que entrar por un acceso para discapacitados”, contó el hombre muy enojado ya que pudo comenzar a ver el partido cuando iban 15 minutos del primer tiempo. “Mucha gente quedó afuera y nadie se hace responsable. Todos hablan de la salida, pero parece que nadie vio la odisea que fue el ingreso al Martearena”.