Tres policías detenidos con 19 kilos de marihuana en el baúl del auto
Según información que pudo recabar InformateSalta, se trataría de un suboficial principal, quien iba junto a una cabo y una agente. Todos cumplían servicio en la comisaría 26 de Aguas Blancas y fueron detenidos cuando se dirigían a Orán. Todos terminaron presos.
En otro episodio que trae descrédito a la policía local, el jueves al borde de la medianoche, cayeron detenidos tres suboficiales de esa fuerza en el puesto de control 28 de Gendarmería Nacional ubicado en la ruta 50, entre la localidad de Aguas Blancas y la ciudad de Orán.
Apenas comenzado el día, un llamado telefónico sonó en la comisaría 26. Esta vez el motivo no fue un incidente de violencia de género o algún otro hecho callejero, sino uno que iba a poner en vergüenza a esa unidad, pues el que llamó fue un alférez de Gendarmería Nacional y no para dar buenas nuevas.
El gendarme habló con el jefe de la dependencia y le informó que hacía minutos, a las 23.45 del jueves, habían detenido un automóvil Renault Logan con tres personas, quienes serían policías de esa unidad y la sorpresa es que, en el baúl llevaban droga.
De inmediato, el jefe de la comisaría subió a su auto particular con otros dos policías y se dirigió de inmediato al puesto 28, donde, ya cara a cara, las autoridades de Gendarmería Nacional le informaron que sus colegas cayeron cuando realizaban un control de rutina.
Cuando detuvieron el rodado para el control, el suboficial principal Javier Granero iba uniformado y al volante. El policía, asentó el jefe de dependencia, había estado hasta hacía unas horas en la comisaría, pues prestó servicio en el tercio de la tarde, por lo que se deduce que, al salir de la comisaría, no se fue a casa sino a buscar la droga.
Pero esto no es todo, pues en el asiento de atrás del vehículo, iba la cabo Mercedes Maraz, quien también cumple servicio en la misma dependencia. La suboficial, para no ser menos que Granero, vestía la chomba azul, las que identifican a los “operadores comunitarios”.
Maraz, además, viajaba con un hijo menor de edad, quien tras ser detenida tuvo que ser entregado a un familiar. La grilla de implicados se completó con la agente Rocío Vera, quien también es policías de la comisaría 26, pero a diferencias de los otros dos compañeros iba de civil.
Complicados
Según lo reportado, la agente junto a Maraz había prestado servicio en el tercio de la mañana, incluso trascendió que una de ellas sería pareja del suboficial principal, quien es apuntado como el más comprometido, pues sería el que planeó la maniobra.
La situación de las mujeres policías, en tanto, tampoco sería de lo mejor, pues más allá de la relación de pareja que podría existir de parte de una de las mismas con el suboficial, ambas salieron al mediodía de cumplir servicio, por lo que no se entiende por qué demoraron en emprender el regreso a casa.
Cumplidas las formalidades del caso, el jefe de dependencia procedió a retirar luego el arma reglamentaria de los tres subalternos, quienes quedaron a disposición de la fiscalía federal de Tartagal, la cual solicitó al juez federal de turno que se mantenga la detención de los policías.
En cuanto a la droga, según lo revelado por los gendarmes, la misma no estaba oculta, sino a simple viste en el baúl, lo que indica que los policías contaban con que no sería requisados, confiando para ello en que la sola vestimenta del uniforme sería suficiente para evitar el control.
Esto, sin embargo, no sucedió, pues los gendarmes al detener el auto aplicaron el instructivo y le pidieron al policía que abriera el baúl del rodado, instancias en que los ladrillos de marihuana disecada los delató, siendo detenido y ahora enfrente una causa penal que podría dejarlos preso por varios años.