Opinión10/12/2013

Nunca más

Por Marcelo Báez

En Salta hoy hubo miedo. Como lo hubo seguramente en el resto del país producto de los ataques premeditados contra comercios. Hablo de miedo porque esa era la sensación que se percibía cuando se acercaban y me preguntaban sobre lo que pasaba. Dicen que, me dijeron que, escuché que. Todas las frases tenían el mismo inicio y el mismo contenido que se adivinaba en la mirada: tenían miedo.

Y por esas cosas de la memoria recordé que hoy, se cumplen 30 años desde que con papelitos y pompa, Raúl Alfonsín asumió como el primer presidente de la Nación en esta nueva etapa democrática. Hace tiempo que dejé de creer en las casualidades en Argentina. Y hoy creo menos aún. No hubo saqueos, amigos. Hubo robos. No son desposeídos y marginados. Cuando se roba se delinque. Así de clarita es la diferencia. No hay medias tintas por más que los periodistas (yo soy uno pero hoy no escribo como uno, sino como un simple ciudadano que camina las calles) se empeñen en hablar de saqueos.

Estas acciones delictivas de algunas personas sumadas a las que por las noticias conocíamos de otros puntos del país me remitieron a aquel 30 de diciembre de 1983. Yo tenía 16 años así que saquen cuentas nomás. Era chico pero no lo suficiente para no haber percibido el miedo cuando una madrugada el gobierno Militar resolvió arrasar una villa de emergencia al costado de mi escuela. No era lo suficiente aquella noche que el Unimog pasó con soldados por la esquina de mi casa y yo estaba en la vereda como todas las noches de verano. Aquel miedo que dejé atrás, hace 30 años, no me puede venir a golpear la puerta otra vez.

Perdón. No nos puede venir a golpear las puertas de Argentina a 30 años de la Democracia. Por eso duele que haya quienes nos pongan en este estado hoy, justamente hoy. Entonces lo digo clarito. No tenemos miedo. Es como una declaración, una afirmación, bah. No nos podemos permitir ese lujo. Ahora llueve en Salta. Es medianoche, los primeros minutos del año número treinta de la Democracia en Argentina. Un día ideal para decir que ni yo, ni mis chicos tenemos miedo. No queremos volver a experimentarlo NUNCA MAS.

Fuente: Redes Sociales