Opinión04/12/2013

El Partido Obrero y los derechos no adquiridos

Los sucesos ocurridos en la sesión del pasado martes en el Concejo Deliberante capitalino no deben extrañar a nadie. Por: Néstor Molinati

Desde hace días el Partido Obrero venía pregonando la necesidad de presionar a los ediles electos, hasta obtener la Presidencia de dicho cuerpo deliberativo, alentando la furiosa concurrencia de afiliados y militantes del PO.

Las situaciones límites, el enfrentamiento y la provocación son las armas habituales que utiliza ésta organización política con mayor frecuencia y en las que sabe moverse como pez en el agua.

Era entonces de esperar que ocurrieran cosas fuera de toda lógica y tradición. Actitudes inexplicables por parte de quienes se adjudican representaciones populares inexistentes, inesperadas, y que obviamente luego se encuentran poco preparados para asumirlas correctamente.

Cuando el PO no participaba...
Desde los inicios de la representación del PO en ámbito de los diferentes Concejos Deliberantes, es histórica su No Participación en la elección de autoridades del mismo. Es decir jamás aceptaron participar en dichas elecciones, por lo cual los concejales electos de ese partido político (PO) optaban por retirarse del recinto sin respetar a las diferentes minorías ni el número de concejales de cada bloque político.
Tampoco asistían (en una pre anunciada descortesía) al discurso inaugural del Intendente al inicio de cada período ordinario de sesiones, lo que constituye una actitud antisocial, una práctica antidemocrática y de torpeza política intolerable.

Entonces se debe dejar en claro, que jamás intervinieron para asegurar que las autoridades del Concejo fueran aquellas que mas votos hubieran obtenido y que por su número de representantes, fueron electas.

Curiosamente, ahora con una cantidad de concejales superior a las anteriores elecciones , el PO reclama la presidencia de un cuerpo que siempre ha sido ignorado por sus representantes.
Las cosas claras
Mas allá de que las autoridades del cuerpo legislativo municipal son electas por mayoría de los ediles sin que el número de cada bloque sea condición ineludible, porque la práctica lo ha demostrado en más de una oportunidad, la participación de los ediles del PO recién ahora es una clara muestra de oportunismo político, a la que los demás bloques no deben ceder.

La injustificada renuncia a la presidencia provisoria del cuerpo por parte del concejal Burgos (PO) que solo asumía a los efectos de la designación de autoridades y terminó por poner al cuerpo y a la Intendencia en una situación de acefalía, debe ser sancionada duramente y hasta debería tratarse la expulsión del cuerpo de dicho concejal. Resulta increíble de que un concejal que declina la obligación reglamentaria de presidir la sesión por ser el edil de mayor edad, infringiendo lo dispuesto por el reglamento, y dejando acéfalo al cuerpo, pretenda luego integrarlo como concejal desde su bancada.

Pero debemos acostumbrarnos a éste tipo de maniobras y actitudes por parte de los ediles del PO.
Serán frecuentes los enfrentamientos, las discusiones sin motivos serios, las denuncias sin fundamentos, las convocatorias y diversas movilizaciones de presión, etc. sumado a todo tipo de intentos de obstaculizar al gobierno municipal.

Resulta impensable legitimar como autoridades del cuerpo, a quienes solamente pregonan la voluntad de conducir una máquina de impedir, y carecen de voluntad e ideas en beneficio de la comunidad.

Los diferentes bloques que integran el Concejo Deliberante, oficialistas u opositores deben unirse en beneficio de la Democracia y en contra de quienes atentan contra los principios de la misma.

Lo que queda definitivamente expresado, es que queda bien en claro quienes asumen para trabajar por el bien común y quienes sólo asumen su cargo de representantes, como si éste fuera un botín de guerra.

Fuente: Columna de opinión