Justicia Por: InformateSalta27/07/2022

Aberrante: abusó de su amiga, sometió a su perrita y no irá a la cárcel

Ayer, en un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala II del Tribunal de Juicio, el juez Ángel Amadeo Longarte condenó a J.C.L. a la pena de tres años de prisión condicional por resultar penal y materialmente responsable del delito de abuso sexual simple.

En el fallo, previamente acordado entre la fiscalía y la defensa, el juez dispuso también las reglas de conductas que se aplican en estos casos, en los cuales el acusado queda en libertad. Entre algunas de esas medidas, se ordenó la prohibición de acercamiento y de ejercer actos de violencia hacia la víctima y someterse a un tratamiento psicológico, caso contrario podría ir a la cárcel.

Sobre el hecho, en tanto, este medio pudo conocer ciertos detalles que llamaron la atención respecto al grado de perversidad del acusado: un carpintero de 37 años de Salta Capital, quien se encuentra en libertad gracias al acuerdo obtenido por su defensor, en el marco del juicio abreviado.

Según surge de la denuncia de la víctima, el caso data del 24 de enero de 2020, cuando la joven emprendió viaje a Cafayate en la camioneta de su amigo, quien la invitó a conocer esa hermosa localidad, pues tiene una vivienda a pocas cuadras de la plaza principal.

La joven contó que estaba entusiasmada por conocer Cafayate, viaje que no sólo hizo con su amigo, sino con el condenado, quien viajó en el asiento trasero. Según dijo la víctima, el acusado le había sido presentado como una especie de empleado del anfitrión.

Tras llegar a la casa donde iban a hacer base, los tres acomodaron sus pertenencias y, en seguida, salieron a caminar por el pueblo. La joven paseó con su mascota: una perrita que tenía apenas 56 días de vida.

Las horas transcurrieron y el trío terminó en un resto bar, donde se sumaron otros amigos, entre ellos uno que era amigo del acusado. Luego de algunas copas, el acusado cobró valor y encaró a la visitante con intenciones de iniciar una relación sentimental, según supo InformateSalta. 

Pese a sus esfuerzos, potenciados por las bebidas ingeridas, la joven le dejó bien en claro que no era su intención tener nada con el mismo. Ya en la madrugada, a las 6.30, el grupo decidió dar por concluida la noche de parranda, por lo que regresaron a la casa.

 “Te tiene unas ganas”

El amigo del ahora condenado, quien los había acompañado, le dio un consejo acertado a la joven. “Yo que vos cierro todo porque éste te tiene unas ganas”, le dijo, cuando el acusado paso derecho a una de las habitaciones, pues aseguró que tenía mucho sueño.

Brindado el consejo, el amigo se marchó, mientras la joven y su amigo quedaron en otra de las habitaciones. Allí, mientras aún pensaba en las intenciones del sujeto, cuyo corazón había roto unas horas antes, cuando le pidió que sean novios, la víctima no se percató de que su amigo, quien también había bebido bastante, ya estaba sumido en un profundo sueño.

Por las dudas, cerró la puerta, acomodó a su mascota cerca de la cama y se acostó al lado de su amigo, quedándose dormida. Al rato, sin embargo, sintió un fuerte dolor en la zona vaginal, por lo que se despertó y, para su horror, presenció la peor escena.

El acusado estaba sentado a un costado de la cama; una de sus manos la tenía en su vagina, tocándola con sus dedos, mientras que con la otra sostenía a su pequeña mascota, la que tenía sobre su miembro viril “realizando movimientos sexuales” conoció InformateSalta. 

En el acto, la joven cobró valor y le dio un fuerte empujó al sujeto, a quien logró echar de la pieza, para luego echarle llave a la puerta. Luego de asegurarse que no iba a volver a entrar socorrió a su mascota. “Estaba como asustada y se había defecado y con dificultades para caminar”, contó.

En eso, el acusado comenzó a golpear la puerta. A los gritos y con insultos, le pedía la devolución de su teléfono celular, el cual había dejado en la cama. Horrorizada por lo sucedido, la joven atinó a llamar a su madre, a quien le mandó la ubicación y le pidió que mandara a la policía, todo esto mientras su amigo seguía dormido.

A los pocos minutos, la policía apareció en casa, detuvo al acusado y la joven pudo salir para hacer atender a su mascota, por quien ayer no se hizo justicia, pues en el fallo nada se dijo respecto a lo sufrido por el pequeño animal.