Sobreoferta de candidatos y poco contenido de propuestas
La opinión de Marcela Pérez, conductora del programa radial "Interactiva" y directora del portal del mismo nombre.
En el marco del descreimiento sobre la clase política, este domingo el electorado salteño deberá someterse por imperio de la obligación del voto y la decisión de unos pocos, al segundo de los cuatro comicios que se realizan este año en la provincia.
Luego de las P.A.S.O. nacionales y el revés electoral, el Proyecto Nacional y Popular ha visto desaparecer sus últimas aspiraciones de intentar reformar la Constitución, habilitar una re-reelección y consolidar su número de bancas en el Congreso Nacional. En base también a estos resultados, los candidatos provinciales del oficialismo si bien no la han negado, intentan disimular su pertenencia al kirchnerismo amparados en los beneficios que a través del voto electrónico, presenta este desdoblamiento electoral.
tech-708198Desde cualquiera de los sectores se ha observado en esta campaña un exceso de personalismo en el que los candidatos buscan posicionarse más en base a sus caras (en el voto electrónico aparecen las fotos de los que encabezan listas) y en la explicación de cómo encontrarlos y distinguirlos en el sistema del resto de los candidatos, que en la posibilidad de concretas sus propuestas.
En todos los candidatos hay temas en común. Ninguno es dueño total de un proyecto en particular y se fueron armando, no en base de un proyecto a futuro o una plataforma electoral, sino de acuerdo a lo que hacen solamente cuando están en campaña: escuchar a la gente. De ahí surgen las propuestas de doble escolaridad, de municipalización de salud, educación y seguridad, de contención de niños y jóvenes, de rehabilitación de las adicciones, entre otras.
Desde el oficialismo han florecido además de mil flores, cientos de candidatos, que coinciden decíamos, en las mismas propuestas con los candidatos de la oposición. Muchos buscan su reelección y muchos buscan incursionar en el ámbito legislativo, pero ninguno ha percibido antes estas necesidades que se pudieron poner en práctica por el mismo imperio de la mayoría de la que disfrutan.
Desde la oposición, cualquiera sea el partido político o frente electoral, la consigna es la misma: equilibrar las fuerzas legislativas para poder materializar proyectos y controlar al Ejecutivo. En este caso también se observa un excesivo personalismo que en vez de unificar fuerzas, los disgrega y debilita.
También está la tercera categoría: la de los “Ni”. Son aquellos que se disfrazan de opositores y esperan agazapados para una vez lograda la banca anhelada, conformar monobloques que ajustan sus votaciones en base a maniobras políticas que generalmente están muy distantes del bien común para el que fueron electos.
Ante esta perspectiva de un sistema de voto electrónico para el que no todo el electorado está preparado, el descreimiento de la clase política, la sobreoferta de candidatos y la escasez de propuestas concretables, el ciudadano deberá poner más énfasis y voluntad este domingo, tomando el verdadero peso de su voto como herramienta para conseguir una influencia real y efectiva en las decisiones políticas.
De esta forma, el ciudadano debe entender que pertenece a una red socio política y para resolver verdaderamente sus problemas, necesidades o proyectar a futuro, no se puede apelar al voto bronca dictado por las circunstancias y el momento, sino que deberá esmerarse en buscar un horizonte a construir para reinventar la democracia. Aunque parezca utópico y espinoso.
Por Marcela Pérez - Periodista
Fuente: interactivanoticias.com