Crimen de Lucio Dupuy: piden prisión perpetua para la madre y su pareja
En la audiencia final por el crimen de Lucio Dupuy, la fiscalía y la querella pidieron que la madre del nene de 5 años, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja Abigail Paez sean condenadas a prisión perpetua por homicidio y abuso sexual.
La fiscalía a cargo de Verónica Ferrero consideró que las dos mujeres atacaron juntas a Lucio y que la agresión que derivó en su muerte comenzó a las 17.30 del viernes 26 de noviembre de 2021.
Los alegatos del juicio oral por el crimen que ocurrió en Santa Rosa, La Pampa, y conmocionó al país, llegaron este jueves después de 18 audiencias.
La audiencia duró seis horas y aunque no hubo un pedido expreso de penas, las peticiones de la fiscal Verónica Ferrero y el abogado querellante José Mario Aguerrido apuntaron a delitos (el homicidio triplemente agravado y el abuso sexual triplemente agravado) cuyas condena es la prisión perpetua.
Pero habrá dos audiencias para establecer la pena. Primero una audiencia de cesura donde el Tribunal se expedirá por la culpabilidad de la madre y de su pareja que se realizará el 2 de febrero.
Lucio Dupuy: el detalle de la acusación contra las dos mujeres
En el alegato de cierre, la fiscal Ferrero –acompañada por el fiscal general Máximo Paulucci y por la fiscal Mónica Rivero– consideró probado que el 26 de noviembre de 2021 las acusadas “agredieron físicamente, en forma conjunta”, a Lucio entre las 17.30 y las 19.40 horas provocándole múltiples heridas. Esas lesiones ocasionaron la muerte después de un período de agonía.
La fiscal Ferrero, basándose en la autopsia, apuntó a un maltrato físico continuo con lesiones de vieja data y consideró que se acreditaron los abusos sexuales reiterados.
Por eso imputó a Espósito Valenti de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser la madre y porque la víctima es un menor. También le imputó de homicidio calificado, cometido con ensañamiento y alevosía.
A Páez le imputó abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser la guardadora y el delito de homicidio calificado ensañamiento y alevosía.
Si el Tribunal de Audiencia -integrado por la jueza Alejandra Ongaro y a los jueces Daniel Sáez Zamora y Andrés Olié- que juzga a Espósito y Páez diera por eso la fiscal Ferrero pidió que se deje sin efecto la audiencia de imposición de pena (juicio de cesura) y directamente se dicte la sentencia.
El apoderado de la querella particular, José Mario Aguerrido –que representa al padre de Lucio, Christian Dupuy–, adhirió a esas calificaciones legales de la Fiscalía.
Pero le agregó el agravante de odio de género para el homicidio. Consideró que esa figura fue la motivación para matar a Lucio y que quedó probada por el nivel de “violencia continua” que existió hacia el niño.
El querellante avaló la teoría de la fiscalía de que Espósito Valenti y Páez estaban en el departamento de la calle Allan Kardec cuando Lucio recibió la golpiza. Dijo que “ambas lo atacaron o la atacó una y la otro no hizo nada para evitarlo”. Por eso afirmó que las dos fueron responsables por acción u omisión. Y extendió esas acciones u omisiones a las obligaciones legales que tenían para proteger al pequeño.
Silvia Blanco Gómez, defensora oficial de Páez, afirmó que no existió un homicidio agravado sino un homicidio preterintencional, es decir que no existió dolo (intencionalidad) y que la imputada –que admitió haberle pegado a Lucio– no buscó el resultado muerte. Por eso enumeró siete conductas que la imputada ejecutó para evitar el deceso del niño. Entre ellas mencionó la práctica de RCP para reanimarlo, su traslado a la posta sanitaria del barrio Atuel, la búsqueda de ayuda en la policía y el llevarlo al hospital Evita.
“Son conductas que deben ser valoradas de que no quiso matar”, les pidió al tribunal. A su vez cuestionó las conclusiones de la autopsia.
El defensor oficial Pablo De Biasi pidió la absolución de Espósito Valenti por ambos delitos el abuso sexual y el homicidio. Aseguró que “en el lugar de los hechos hubo una persona y no dos” y descartó la coautoría del homicidio. “La única testigo fue Abigail”, acotó. También descartó cualquier responsabilidad de la madre por omisión. En forma subsidiaria planteó que, si fuera hallada culpable, solo podría imputársele una conducta preterintencional.
Abigail Páez hizo uso del rito de las últimas palabras. Dijo que "no sé realmente lo que pasó, tengo muchas lagunas en la cabeza, y si no conté detalles es porque estoy muy traumada".
Páez le pidió disculpas a su familia. "Todo lo que puedan decir de mi es horrible, por eso le pido perdón a las personas se hayan sentido tocadas por el tema y por toda esta situación, y que lo lloran y lo extrañan como me pasa a mi y a su mamá –acotó–. Y también quiero pedirles disculpas a mi familia y a mi mamá porque le fallé, porque ella no me enseñó estas cosas".
Aseguró que: “sé que él (por Lucio) me perdonó. Ojalá yo me pueda perdonar”.
La madre de Lucio, Magdalena Espósito Valenti utilizó las últimas palabras para atacar al padre, Christian Dupuy. "Asumo mis culpas por los incumplimientos como madre, Se me critica a mí, pero no al progenitor –porque padre le queda grande–. A él se lo justifica cuando la responsabilidad era de los dos. Sin embargo, en todo momento se desentendió de la criatura".
Y también criticó a la familia paterna. "Tampoco es verdad que Lucio no tenía contactos familiares. Tenía contactos con el progenitor, sus abuelos, mi familia y la de Abigail. Si ellos no quedaron conformes con esos contactos será porque no se esmeraron en tenerlos más”, dijo la madre, acusada del crimen de Lucio. /Clarín