Tras la tensión con vendedoras, la Municipalidad dijo que actuó de rigor en el decomiso
Momentos de tensión hubo afuera del hospital San Bernardo, luego que inspectores de la Municipalidad de Salta decomisaron comida de dos vendedoras quienes, enojadas por su accionar, se subieron a un vehículo municipal como protesta. ¿A qué se debió la situación?
Al respecto Patricia Sakran, asesora legal de la Municipalidad, estuvo hablando con Somos Salta luego que se acercó a la entrada de la guardia del nosocomio capitalino donde intentó mediar con las protestantes quienes, tras aproximadamente una hora y media, resolvieron bajarse del vehículo.
Primeramente dijo que el accionar de los inspectores fue parte de los procedimientos de rutina que efectúan por la ciudad. “Son los procedimientos de control, sobre todo para esta época del año y de verano, donde hay mucha salmonella, como todos sabemos”, señaló la asesora legal.
Reiterando que la actuación de los trabajadores municipales fue dentro de un control bromatológico, indicó que si la comida no está en las condiciones óptimas para su consumo o para su venta, el secuestro es automático. “No se puede poner en riesgo a ninguna persona, por si comiera estas cosas”, subrayó.
“Son los inspectores los que conocen de bromatología y los que pueden hacer estos procedimientos”
Sakran también dijo que no se iba a devolver la comida secuestrada a las mujeres y que el resto del operativo iba a continuar en la parte administrativa, labrándose el acta de rigor, el procedimiento pertinente desde el Tribunal de Faltas, etc.
Por último dijo que estas vendedoras, en caso de querer vender comida en la vía pública, deben acatar el marco normativo de habilitación municipal. “Se puede tramitar, hay un formulario para casa cosa en especial, esto sería venta con parada fija, pero debe reunir condiciones bromatológicas para vender comida”, puntualizó para concluir.