Juzgan a padre e hijo por transportar más de 142 kilos de cocaína
La acusación gira en torno a dos cargamentos interceptados entre 2021 y 2022, en el sur de la provincia. Otros cuatro implicados de la organización comandada por los imputados, fueron condenados a través de juicios abreviados.
El Tribunal Oral Federal N°1, integrado por los jueces Mario Marcelo Juárez Almaraz (presidente), Marta Liliana Snopek y Federico Santiago Díaz, juzga desde este martes a un hombre de Tartagal y a su hijo por el delito de transporte de estupefacientes agravado por la cantidad de personas intervinientes.
En representación del Ministerio Público Fiscal intervienen: la fiscal subrogante Paula Gallo y la auxiliar fiscal Vanina Pedrana, del Área de Atención Inicial, las que presentaron - en el inicio del juicio de responsabilidad - la acusación contra los Navarro, detenidos en mayo del 2022, en el marco de una investigación de gran complejidad y envergadura.
La fiscalía explicó que la organización era dirigida por los acusados, mientras que por debajo había otros cinco implicados condenados mediante acuerdos de juicio abreviados a las penas de 6, 5 y 4 años de prisión por el mismo delito, pero en grado de coautores y partícipes secundarios. Asimismo, decomisaron dos camionetas y una suma de dinero cercana a los 50 mil pesos.
Sobre la acusación, la fiscalía indicó que padre e hijo tuvieron participación directa en dos transportes de drogas. El primero de ellos, interceptado el 20 de octubre de 2021 en la ruta provincial 5, a la altura de la localidad de General Pizarro, distante a unos 270 kilómetros de la capital de Salta.
En ese lugar, una patrulla de Gendarmería Nacional había instalado un control móvil, circunstancias en que detuvo una camioneta Toyota, guiada por uno de imputados ya condenados. En la requisa del rodado, los gendarmes advirtieron “un brillo inusual” en los bordes del habitáculo de herramientas, en el baúl.
En vista de ello, y en presencia de testigos, se retiró el cobertor y se observó, a simple vista varios paquetes de droga. Ante ello, se trasladó el vehículo hasta la base de Las Lajitas, donde se extrajeron 79 “ladrillos” de cocaína, con un peso final de 77 kilos con 963 gramos.
En la misma ruta
El segundo cargamento, en tanto, fue desbaratado el 19 de mayo del año pasado, cuando se detuvo otra camioneta Toyota Hilux en la misma ruta 5, aunque en este caso fue a la altura de la localidad de Luis Burela, en la misma región.
En esta oportunidad, la droga iba oculta en el piso de la caja y el sector lateral que da a la cabina, de donde se extrajeron 66 paquetes de cocaína, con un peso final de 65 kilos con 774 gramos, lo que motivó la detención de otros de los implicados, quien iba al volante del rodado.
Este procedimiento, en contrapartida al primero, se dispuso como consecuencia de la tarea investigativa seguida por el Área de Atención Inicial desde el primer hecho, para lo cual se dispusieron tareas de campo e inteligencia a través de las cuales se pudo develar el accionar de esta organización.
En su alegato de apertura, la fiscal adelantó que durante la etapa testimonial se producirán todas las pruebas colectadas a lo largo de la investigación, las que no son pocas ni tampoco endebles, sino por el contrario existen evidencias concretas que indican a los acusados como los directores de estos envíos.
Afirmó que ambos tenían pleno dominio de la droga, pese a que no tuvieron una participación material en los transportes, actividad que recayó en los otros integrantes de la organización, quienes cumplieron roles como transportistas, o bien, de “coche puntero” en ambos envíos, función considerada clave, ya que se trata del eslabón que alerta sobre posibles controles de las fuerzas de seguridad en la ruta de la droga.
Remarcó que, desde el primer procedimiento, se llevó adelante una actividad investigativa de alta complejidad, con intervenciones telefónicas y otras tareas de campo, lo que permitió identificar a los dos acusados como los cabecillas, labor que no fue sencilla debido a los mecanismos de seguridad que tenían ambos acusados, casualmente, para tomar distancia de la droga.
Las defensas, por su parte, alegaron la inocencia de sus clientes y esbozaron una suerte de persecución desde la fuerza interviniente. Abierta la etapa de testimonios, el tribunal escuchó a los gendarmes y testigos civiles del primero de los procedimientos, quienes confirmaron el hallazgo de la droga, a la vez que descartaron irregularidades en el proceder de los uniformados.