Las cárceles de Salta están ocupadas casi 50% más de su capacidad
Desde el Comité para la Prevención de la Tortura de Salta presentó su informe anual, donde se destacan los números de sobrepoblación en el sistema penitenciario de la provincia que, además, tuvo un aumento en comparación con marzo del 2.022.
En el informe se remarca que conforme a la información oficial del Servicio Penitenciario de Salta hay una capacidad de alojamiento de 2.777 personas, distribuidas en ocho unidades carcelarias, dos granjas penales y tres alcaidías.
En términos generales, al 11 de abril del 2022, la sobrepoblación es un de un 46,02%, con un crecimiento del 5,23% en el último año. Incluso, expresaron que en los últimos diez años se duplicó la población penitenciaria.
De acuerdo a ElNuevoDiario, la Unidad Carcelaria 2 “Granja” tiene todas sus plazas llenas sin sobrepoblación, al igual que la Unidad Carcelaria de Cerrillos. La Unidad Carcelaria 3 “Granja”, la Unidad Carcelaria de Mujeres de Orán y la Alcaidía 2 de Tartagal son las únicas unidades con menor población a la capacidad límite; mientras que la Alcaidía N°1 de Capital cuenta con una sobrepoblación del 146,85%, seguido por el Anexo de Mujeres con un 80,76%.
"Conviven 32 personas en una celda para 12"
“El Servicio Penitenciario aloja a 2792 penados/as, 363 procesados/as, 880 detenidos/as provisorios/as y a 29 personas con medidas de seguridad, al 11 de abril de 2023” y agregó: “En otros términos, puede plantearse que el 30% de la población penitenciaria de Salta no tiene condena”, sostienen desde el Comité.
Sobre personas de otra nacionalidad, informaron que hasta el 31 de marzo del 2022 había 55 personas privadas de su libertad extranjeras, lo que representa el 1,40% de la población total penitenciaria, “desmintiendo en buena medida cierto discurso discriminatorio y xenófobo”.
Otro punto que abordó el Comité de Prevención contra la Tortura fue las condiciones generales de las unidades penitenciarias, afirmando que “ninguno de los edificios monitoreados cuenta con las condiciones necesarias para cumplir con los estándares internacionales de derechos humanos”. “El mantenimiento es precario, abunda la suciedad, los olores nauseabundos, la humedad y hongos en paredes y suelos es permanente. Se convive con diferentes insectos y alimañas”, remarcaron.
A ello, agregaron, la situación se agrava por la sobrepoblación, lo que se traduce en diversos grados de hacinamiento: en la Alcaidía de la Capital, por ejemplo, conviven 32 personas en una celda para 12.