Trabajo infantil: ¿Cuál es el límite entre el trabajo, el talento y los derechos del niño?
En el marco del Día Internacional de Lucha contra el Trabajo Infantil, que se conmemoró esta semana, muchos se preguntan cuál es el límite entre el trabajo, los talentos deportivos u otras disciplinas y hasta las tareas del hogar, que deben aprender y tienen la capacidad de asumir niños y adolescente.
En este sentido la asesora de Incapaces 6 Silvia Ibarguren, se refirió a la importancia de que ninguna actividad que realicen niños, niñas o adolescentes afecte derechos como la educación, la salud y el esparcimiento.
Consultada sobre el caso de los niños que se destacan en deportes o disciplinas artísticas, la magistrada del Ministerio Público Pupilar remarcó la importancia de que eso no interfiera con la escuela, la diversión o la alimentación. “Son niños exactamente iguales a cualquier otro. Pueden tener un talento, que se debe permitir que desarrollen en el marco del respeto a su niñez”.
Agregó que, en casos extremos, se puede intervenir desde la Justicia para poner un límite si un niño tiene una rutina que esté poniendo en riesgo otros derechos. Ibarguren también habló de las actividades domésticas que pueden realizar niños, niñas y adolescentes sin que eso los exponga o implique un riesgo.
“La escuela primaria y secundaria es obligatoria. No hay ninguna actividad, aún dentro del hogar, que pueda privar a un niño de la educación y los derechos que son propios de su edad. Una cosa es la colaboración en la familia. Diferente es una responsabilidad que lo prive de sus derechos. Distinto es que los padres salgan y que un niño quede a cargo del hogar o de sus hermanos como si fuera un adulto, porque no lo es y está sujeto a los peligros que puede enfrentar cualquier niño. No debemos olvidar lo frecuentes que son los accidentes domésticos”, sostuvo.
La asesora acotó que los padres deben concientizarse sobre los límites en la colaboración de los hijos y que, si hay una situación abusiva, organismos administrativos pueden trabajar con la familia en actividades como talleres de crianza para garantizar la protección a niños, niñas y adolescentes.
Con respecto a los adolescentes, Ibarguren explicó: “En nuestro país, a partir de los 16 años se puede trabajar en una jornada reducida y en actividades que no sean insalubres ni se hagan en horario nocturno. La realidad social hace que a veces las familias busquen alternativas, pero la ley regula expresamente esta situación”.
Indicó que antes de los 16 años está prohibida cualquier actividad laboral con la única excepción de tareas que se realicen desde los 14 años en emprendimientos familiares, a modo de aprendizaje y con un límite de tres horas. En estos casos, se debe poner al tanto de la situación a las autoridades administrativas.
“Estamos hablando de un tema sumamente delicado y grave, atento a que hay una explotación respecto a la infancia cuando un adulto pone a trabajar a un niño para hacerlo generar un ingreso exponiéndolo a situaciones de riesgo, a que no se eduque o a que pierda las actividades que son propias de la infancia y de su sano desarrollo”, dijo la magistrada.
En 2002, la Organización Internacional del Trabajo estableció el 12 de junio como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. “No es un tema menor y a veces no se le da el peso que tiene. En determinadas áreas puede estar más naturalizado, por eso hay que visibilizarlo. La educación es la herramienta necesaria para que todo niño pueda crecer, desarrollarse y, el día de mañana, tener un trabajo digno. Todos debemos ser parte de esto”, expresó Silvia Ibarguren.