Sociedad Por: InformateSalta17/08/2023

San Martín, ¿devaluado? El olvido al prócer se palpa en este 17 de agosto

La tierra sinuosa e inestable por donde transita la actualidad de nuestro país genera una deuda importante, que no es económica sino cultural, social, que impacta en el ser argentino que olvida a los hacedores de nuestra Nación: es una deuda histórica para quienes la gloria los corona con laureles, pero los pormenores de las pálidas diarias hacen que los presentes olvidemos.

Nos referimos al olvido hacia la figura de don José de San Martín. El calendario marca que es 17 de agosto, implicando un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del vencedor de San Lorenzo, del libertador de Argentina, Chile y Perú, del creador del regimiento de Granaderos a Caballo, el impulsor de la emancipación nacional en Tucumán, el amigo del general Güemes y depositario de su confianza, el colega de Manuel Belgrano y compañeros en el pedestal de próceres, entre tantas otras honras que resaltan su gloria imperecedera.


Hoy recordamos el fallecimiento del “Padre de la Patria”

Serán contadas las personas que recordaron la efemérides este día, que rememoran de qué trata el feriado del 17 de agosto, que tal vez tuvieron la decencia y el patriotismo de ponerse una escarapela en su pecho, que ocasionalmente colgaron la bandera argentina en el frente de sus casas o balcones de sus departamentos, si es que no la guardaron a fin de año o esperan algún evento de 90 minutos.

La vorágine económica, la volatilidad cambiaria y la incertidumbre del futuro inmediato también juegan en el olvido al prócer, no hay tiempo para pensar en su imagen ni recordar su ímpetu. La reciente contienda electoral y la campaña en marcha tampoco dejan espacio para rememorar las glorias de un hombre que todo lo dio por la libertad de los pueblos americanos y falleció en el exilio, alejado por sus enemigos, dolido por las peleas internas en nuestra tierra, olvidado por la Nación donde nació.

En los establecimientos educativos de Salta habrá algún espacio para un breve acto, para la lectura de palabras alusivas, con su rostro embanderado en las paredes. En las calles no. Mientras tanto su “feriado” ya asumió un tinte netamente turístico, esperándose al lunes para descansar de tantas pálidas que se vive en el país.

Vale el intento mínimo de InformateSalta de recordarlo, haciendo uso de palabras que San Martín le escribía a su amigo Bernardo O'Higgins: “El temperamento de este país me lleva a la tumba; en fin, mi juventud fue sacrificada al servicio de los españoles y mi edad media al de mi patria. Creo que tengo el derecho de disponer de mi vejez”. Y así lo pudo hacer. La paz en sus últimos años fue su gran recompensa. Grande fue cuando el sol lo alumbraba y más grande en la puesta del sol.