¡Casi una tragedia! Tenía 2,41 de alcohol en sangre, manejó igual y chocó una moto
Un episodio que no terminó en desgracia fue el que ocurrió recientemente en la ciudad de Salta cuando dos mujeres que viajaban en motocicleta fueron tiradas al asfalto tras ser impactadas por un sujeto alcoholizado que manejaba una camioneta, quien incluso intentó escapar.
El medio Multivisión Federal compartió las imágenes de una cámara de seguridad que registraron el episodio sobre el cruce de las calles Pedro Chávez y San Felipe y Santiago, esquina a donde estaban llegando las ocupantes de esta moto y quienes fueron fuertemente golpeadas por una camioneta blanca, quien las choca por detrás con fuerza haciendo que las damnificadas sean despedidas del asiento y caigan al pavimento.
Jésica es una de las motociclistas quien, en diálogo con el medio citado, comentó que tanto ella como su compañera iban a girar en la mencionada esquina, por tanto pusieron la luz de giro y hasta indicaron con una mano la maniobra que iban a hacer. “Fue cuando sentimos el impacto que fue fortísimo”, declaró.
A esto relató que ella se puso de pie y fue a ver cómo estaba su compañera en el piso. Tras constatar que estaba consciente, fue a hablar con el conductor de la camioneta, a quien los vecinos que se acercaron le anticiparon que estaba borracho y lo rodearon porque intentaba escaparse. Inclusive en uno de sus intentos también chocó otro rodado que se colocó detrás para que no se mueva.
Al sitio llegó personal de la Policía quien procedió a hacer el dopaje, constatando que el hombre manejaba borracho pues el testeo arrojó 2,41 gramos de alcohol en sangre. “Doy gracias a Dios que teníamos el casco, porque sino hubiera sido peor”, aseveró la damnificada.
Ella terminó con golpes en las piernas y dolores por el cuerpo. Sin embargo su compañera de moto tuvo que ser trasladada en ambulancia al hospital donde quedó internada con muchos golpes en el rostro, con un ojo algo cerrado por hinchazón y también heridas en sus extremidades. Como si fuera poco, la motocicleta y los cascos que usaban para trabajar en una sandwichería quedaron muy dañados. “Ya no nos sirven para trabajar”, lamentó.