Caso Leonel: familiares exigen justicia y temen represalias
En el marco de la investigación seguida por el presunto crimen de Leonel Francia, de 11 años, por la cual se encuentra detenida e imputada su madre, Lidia Cardozo, por el delito de homicidio calificado por el vínculo, familiares y amigos volvieron a pedir justicia.
Desde el entorno del menor manifestaron su bronca e indignación por el crimen del menor y pidieron que no quede impune. “Necesitamos que se haga justicia y que no quede impune como todos los otros casos de los niños que fallecieron”, sostuvieron.
“Hay que tener la cabeza no sé en qué estado para matar a una criatura”, reprochó muy molesto un allegado a la víctima, quien pidió hacer reserva de su identidad.
En ese sentido, señalaron que planean realizar una convocatoria para pedir justicia “Queremos hacer una convocatoria luego de que pase toda esta festividad del milagro pidiendo justicia por Leonel”, dijeron.
Miedo a represalias
En la oportunidad, señalaron que la mujer que se encuentra detenida e imputada tiene muchísimo poder económico y temen posibles represalias. ”Leonel falleció y a las horas ella le pasó millones de pesos a un abogado y luego ya con Leonel en la morgue ella seguía haciendo compras en un corralón de más de dos millones de pesos”, indicaron.
“No sé qué tipo de represaría pueden llegar a tener la mamá de Leonel”, contaron.
Un niño muy querido
Para finalizar, amigos y familiares expresaron que Leonel, quien perdió la vida a causa era una persona muy querible. “Fueron muchos niños al funeral, muchas criaturas que a él que lo querían y mucha gente grande también, era una persona muy muy querible”.
El resultado de la autopsia y la denuncia de vecinos
El informe médico detalló que Leonel llegó al hospital con "escoriaciones en brazos, piernas, lesiones en el pie y un hematoma en el lóbulo frontal derecho de la cabeza". Además, presentaba "sangrado de oído y una herida abierta en el mentón".
Una vecina de la familia rompió el silencio y denunció que no solo golpeaban brutalmente al niño a diario, sino que también lo obligaban a trabajar y, si se negaba, lo castigaban sin comida durante varios días.