Otra testigo puso en duda las declaraciones de Mangeri
Se trata de la administradora del edificio en el que vivía Ángeles Rawson. Su testimonio es fundamental para saber cuándo el portero pidió licencia y por qué motivos. Contradijo al único imputado.
La primera testigo de la jornada fue Berrojalbis de Agüero, quien respondió a un pedido del juez Javier Ríos y concurrió al juzgado con toda la documentación laboral vinculada a Mangeri, entre ellos, su pedido de licencia.
Según informó C5N, declaró que el encargado la llamó el 11 de junio, cuando Ángeles todavía estaba desaparecida. Le dijo que se sentía muy mal por la situación y que se iba a tomar unos días. La mujer lo notó muy extraño, sobre todo porque el portero nunca faltaba a su trabajo.
Berrojalbis de Agüero relató que recién el jueves siguiente el portero suplemente le alcanzó la constancia de la consulta médica que hizo Mangeri. No tenía ningún diagnóstico y apenas recomendaba 48 horas de reposo. O sea que ese día debería haber vuelto a trabajar.
Otra cuestión que le llamó la atención al magistrado fue el teléfono que Mangeri usó para llamar a la administradora. A la mujer le dijo que estaba usando el celular de un primo porque había perdido el suyo. Cuando todavía era testigo, el portero había dicho que no lo encontraba desde el viernes posterior el crimen. Las fechas no coinciden.
La otra testigo que debería haber declarado es Rosa Pérez Gómez, la empleada doméstica del departamento que está pegado a la casa de Ángeles. La mucama afirmó en su primera declaración que el día del crimen no escuchó nada. Sin embargo, se desconoce por qué hoy no se presentó en el juzgado.
Fuente: Infobae.com