Sociedad31/05/2024

Comedores, enojados con la política de Milei: “Como no está en el país, no le importa la gente”

imagen ilustrativa

Despidos, precios sin referencia y suba desmedida, afronta la sociedad en estos momentos, donde los comedores que asisten socialmente a quienes no pueden afrontar un plato de comida, ven el panorama cada vez más complicado. 

Amalia Rodríguez, administra el comedor de Villa Floresta, el cual brinda platos de comida a más de 100 personas entre adultos mayores y chicos, número que cada vez aumenta.  


El Gobierno deberá explicar ante la Justicia las razones por las cuales no reparte 5 mil toneladas de alimentos

Casi 35 años lleva de vida el lugar, pero la situación crítica que atraviesa hoy junto a otros comedores no puede explicar: “esta es la peor situación (…) ayer no nos quedó más remedio que hacer frangollo seco” el cual hoy en día tiene un precio altísimo, dijo en FM Pacífico. 

La presencia del Estado es fundamental en materia social, porque para ello fue elegido: “sino que todos hagan lo que quieran, pero está atacando a la gente pobre, como no se va a morir la gente de hambre si a cuantos dejó sin trabajo, con qué van a comer” dijo sobre las declaraciones del mandatario nacional. 


“Como dice él, idiota si se muere de hambre”. 


Comentó la situación en la zona del comedor, donde los adultos mayores no llegan con su dinero y la cantidad de personas en situación de calle que duermen bajo un árbol en una plaza: “9, 7 personas no tienen para pagar alquiler porque quedaron sin trabajo, con estos fríos están ahí”. 


Panadería social: cómo trabaja la Municipalidad para garantizar las provisiones a comedores

Hizo hincapié en la asistencia que tanto Provincia como Municipalidad les brindan por mes, pero que actualmente no les alcanza: “usted va a la carne hoy tiene un precio mañana otro, hace mucho no le dábamos fruta a los chicos, ayer pudimos porque la Municipalidad nos donó”. 

Las toneladas de alimentos sin repartir por parte del Ministerio de Capital Humano, también llegó a sus oídos, ante lo cual se preguntaba si no estaban hoy en situación de emergencia como para repartirlos: “para él no, como no está en el país, vive de viaje, que le importa”.


“Éste es un resentido social, por eso se está vengando de la gente”.


Robo de sus utensilios 

En febrero el comedor sufrió el robo de sus utensilios de cocina, por lo que debieron cerrar sus puertas durante dos semanas. Pero tras donaciones que recibieron lograron reabrir sus puertas. Agradeció tanto a la provincia como a particulares que se acercaron a su auxilio.