La industria alimentaria de argentina ha cambiado mucho, y muy favorablemente, en los últimos años. Especialmente ha sido así en el ámbito de la seguridad y la salubridad de los alimentos en zonas como la región de Salta y el norte de Argentina, así como en el resto del país.

¿Cómo se han logrado reducir los peligros microbiológicos, físicos y químicos en los alimentos producidos en granjas, huertos y fábricas especializadas? Gracias a protocolos como el sistema haccp, un control sanitario muy exhaustivo que busca prevenir cualquier mala praxis en los procesos de producción.

En qué consiste el control haccp

El control haccp tiene como objetivo identificar todos los puntos débiles y peligros potenciales que puede haber tanto en los ingredientes como en cada uno de los momentos de la manipulación de los mismos.

Surge en 1959 y se basa en un protocolo que la NASA creó para asegurar que los alimentos consumidos por los astronautas estuvieran completamente libres de cualquier enfermedad o contaminación.

Varias décadas después, en 1993, una comisión internacional llamada Codex Alimentarius se basó en este estudio realizado por la agencia aeroespacial para crear el sistema haccp, que cuenta con las siguientes fases:

Prerrequisitos

Antes de iniciar un negocio alimentario en la zona norte de Argentina, habrá que confirmar que todo el planteamiento de la empresa cumple con los requisitos previos del sistema haccp.

En este sentido, lo habitual es utilizar una auditoría o consultoría alimentaria que pueda evaluar tanto los espacios como el plan de trabajo del empresario. Existen herramientas como allsaphi opera que permiten digitalizar y registrar todas las operaciones para hacer un seguimiento detallado y a tiempo real de cualquier acción que se realice en este y otros sentidos en la empresa.

Plan de mantenimiento

Por supuesto, el mantenimiento de los espacios de trabajo, las máquinas y el almacenamiento de los productos debe ser una prioridad para evitar contaminaciones cruzadas.

Plan de formación

Que el personal sea consciente de la importancia de trabajar con pulcritud es otro de los puntos a tener en cuenta en la implantación de un sistema haccp. Esto se logra con cursos de formación, protocolos, indicaciones claras y continuas actualizaciones.

Plan de limpieza y desinfección

Toda la limpieza de los espacios de trabajo debe ser minuciosa, continuada y realizada de manera que no pueda afectar de ningún modo a la comida en ninguno de sus estadios.

Estos procesos de limpieza también pueden quedar registrados en programas como allsaphi opera para saber quién es el último responsable en cada momento.

Plan de trazabilidad

La trazabilidad es otro de los puntos relevantes en estos casos: hay que saber y tener registrado de dónde viene la materia prima, a qué lote de producción pertenece y a qué zona de venta se destina para poder actuar con rapidez cuando se advierta algún riesgo.

Control de temperaturas, agua y residuos

Todo el ambiente debe estar controlado. La temperatura debe ser constante y adecuada, el agua debe ser limpia y apta para el consumo humano y los residuos generados no pueden estar en contacto ni compartir ambiente con el alimento con destino al consumo humano.

Teniendo todos estos detalles en cuenta, las empresas alimentarias de Argentina pueden elevar su transparencia y mejorar la confianza del público para que sus productos sean comprados con la tranquilidad de disfrutar de un buen bocado sin ningún riesgo.