Caso Monges, un testigo reservado sostuvo que lo mataron por un "ajuste de cuentas"
Desde hace algunos meses se desarrolla el juicio contra los hermanos Bejarano y su padre por la muerte de Darío Monges. La víctima fue encontrada sin vida el 3 de septiembre de 2022 en B° Circulo I con disparos de arma de fuego.
En lo que va de la audiencia se presentaron distintos testimonios pero en la jornada del jueves prestó declaración un testigo de identidad reservada, que dialogó con el Fiscal vía telefónica.
Ayer, un testigo de identidad reservada contó que los Bejarano vendían drogas: marihuana, pasta base y cocaína, y ante la consulta ¿si alguna vez trabajó para ellos? Respondió que "sí". Fue en el 2020, plena pandemia, cuando "les hice un viaje a Orán, llevé plata para un cargamento", sostuvo.
En esa oportunidad el testigo dijo que llevó 20.000 dólares, por ese trabajo le pagaron entre 30 y 40 mil pesos. Luego señaló que realizó un segundo trabajo pero que no le pagaron.
Lo mataron por un "ajuste de cuentas"
Según refirió el testigo, a Darío Monges lo asesinaron los Bejarano. "Monges le reclamó 20 kilos que faltaban de los 40 -droga-. Fue a buscar a David y a Santiago al taller que tienen en la avenida Constitución". Sostuvo que mientras tomaban cerveza adentro de la camioneta de Monges, "discutieron, David iba adelante y Santiago atrás, en la discusión David le disparó a Monges", expresó y agregó que se trató de un "ajuste de cuentas".
Al ser consultado ¿cómo se enteró de eso? Sostuvo que David era muy amigo de un conocido suyo "y como siempre a David le gustaba contar todo" y fue este amigo en o conocido en común el que le contó "me dijo que andaba –por David- muy nervioso, escondido, sin celular".
Teniendo en cuenta lo que declaró el testigo, sobre el consumo de cerveza, se habló sobre una botella de cerveza encontrada en la escena del crimen, y peritada, una de las bioquímicas del CIF dijo que no se encontraron rastros de ninguno de los imputados.
Escondieron las armas asesinas en un finca en La Caldera
De acuerdo a los peritajes que se hicieron en la escena del crimen, los asesinos utilizaron dos armas de fuego para perpetrar el atroz homicidio. Una calibre 25 y otra 22, dentro de la camioneta quedaron rastros sin embargo ninguna de las dos pistolas fue hallada.
Cuando al testigo encubierto le preguntaron por el arma asesina, sostuvo que se "la llevó F.A a la finca que está en La Caldera". Dijo que era el otro domicilio de los Bejarano, ubicada en los Yacones.
En la finca los imputados, según el testigo, se dedicaban a hacer "acopio, guardaban las armas y hacían campo de tiro".
Cuando la defensora Clarisa Galán le preguntó al testigo por qué dejó de tener contacto con sus clientes, el hombre sostuvo por un lado porque no le pagaron el segundo trabajo que hizo para ellos, y porque también le robaron unas motos que él les llevaba al taller.
Contó que los Bejarano ya vendían drogas desde mucho antes, desde el 2017, y si bien él nunca tuvo contacto personal con ellos "me hacían llegar por terceros", sostuvo.
En su relato el testigo contó que se enteró por la televisión acerca del crimen de Monges. -¿Cuando vio la noticia por la tele fue algún policía a su casa?, preguntó la defensa y el testigo afirmó que "sí". En ese momento la policía le preguntó por unos disparos que según el testigo David lo inculpó a él de haberlos realizado, y también le preguntaron sobre el permiso que tenían en plena pandemia, publicó El Tribuno.
El testigo volvió a confirmar que la discusión entre Monges y los hermanos Bejarano era por un faltante de droga (20 kg). – Además el amigo o conocido en común, le contó que todos tomaban cerveza. "Sí", dijo la voz en off.