Tecnología18/12/2024

¿Cancelaste Netflix? No sos el único: Así funciona la fatiga de las suscripciones

A nadie le sorprende ya lo difícil que resulta hacer frente a los gastos básicos mensuales. Lo que sorprende es que siga habiendo millones de personas en el país que continúan pagando servicios como Netflix, que no solo son prescindibles, sino que además aumentan de precio de forma continua. Y no se trata de una simple cuestión de devaluación del peso: Netflix aumentó tarifas en todo el mundo varias veces en los últimos años.

Tampoco es un problema exclusivo de Netflix. Son muchas las plataformas de streaming que vienen aumentando de precio cada pocos años, sobre todo a medida que van consolidando su audiencia. Cuando servicios como Disney+ o Prime Video comenzaron a competir con Netflix, se presentaron como servicios mucho más económicos que apenas costaban unos 4 o 5 dólares al mes, o su equivalente en pesos. Pero esos precios ya quedaron muy atrás.

Nos encontramos entonces con un panorama donde ya no tenemos un solo servicio de streaming muy económico que abarca un catálogo extenso de películas y series. En lugar de esto, tenemos una multitud de servicios similares que solo nos ofrecen un catálogo fragmentario, y todos ellos aumentaron los precios hasta el punto de que cada vez menos gente puede permitírselos.

La ‘fatiga de las suscripciones’ es real

Seguro que esta problemática te resulta familiar. Y lo cierto es que no es una simple cuestión comentada entre los usuarios. También se la trata en un artículo de ExpressVPN donde se aborda el problema de la ‘fatiga de las suscripciones’, es decir, ese agotamiento que experimenta cada vez más gente ante la necesidad de pagar cuotas mensuales por prácticamente todo, desde los servicios de streaming hasta el software más esencial.

La cuestión del software merece una mención aparte, porque en algunas ocasiones es bastante más necesario que un simple servicio de películas y series. Hablamos de la suite de Microsoft Office, por ejemplo, que resulta imprescindible en miles de empresas y universidades que dependen de aplicaciones como el Word o el Excel: unas aplicaciones que solo pueden conseguirse legalmente mediante el pago de una suscripción anual.

Quienes trabajan con aplicaciones como el Adobe Illustrator o el AutoCAD tienen el mismo problema. No pueden simplemente comprar una clave del software y utilizarlo sin pagar nada más durante una década. Deben abonar una cuota mensual o anual para seguir teniendo acceso a sus funciones, y lo peor es que esta cuota aumenta continuamente. Se trata del sistema SaaS, muy lucrativo para las empresas, pero bastante costoso para los usuarios.

Cancelaciones de los usuarios y dificultades para las start-ups

Considerando que todas estas cuotas de suscripción se suman a otros pagos mensuales esenciales como las boletas de la luz o el teléfono y el pago del alquiler, los usuarios experimentan un estrés y ansiedad cada vez mayor ante la incertidumbre económica y la presión de todos estos pagos sistemáticos. El modelo de suscripción está llegando a su límite, y esto se traduce en un mayor número de cancelaciones de servicios no imprescindibles.

Para los usuarios no es una decisión fácil, porque son muchos los servicios de suscripción que realmente son necesarios. Necesitamos poder trabajar con el Word. Necesitamos un antivirus en nuestras computadoras. En última instancia, los servicios de entretenimiento pasan a ser los primeros en caer ante la alternativa de las plataformas piratas. Esto supone un detrimento para la industria y, además, pone en riesgo los dispositivos de los usuarios.

Del mismo modo, este panorama tan saturado de suscripciones les pone las cosas bastante difíciles a las nuevas start-ups. Incluso una empresa tan revolucionaria como OpenAI está encontrando muchas barreras para vender su producto. Su tecnología es extraordinaria, pero lo cierto es que la mayoría de la gente no puede permitirse más pagos mensuales. Las nuevas start-ups lo están teniendo muy complicado para llegar a ser económicamente viables.

En lugar del modelo de suscripción que se popularizó tanto entre 2010 y 2020, especialistas en marketing digital sugieren ahora una vuelta a modelos de pago único como posible solución al problema. Este modelo podría ser viable, al menos, para las compañías de software. En cambio, las plataformas de streaming están buscando formas de ofrecer planes más económicos intercalando publicidad. Los próximos años determinarán si les funciona o no.