Racing fue mejor, ganó el clásico y dejó malherido a Independiente
La "Academia" ganó 1-0 en su estadio con gol de Diego Milito, de penal. Federico Mancuello, que jugaba por el artículo 225, fue nuevamente expulsado. Jorge Almirón dejaría su cargo.
Racing Club, por ser más sencillo y directo en sus ataques pero también por una mayor seguridad defensiva, se impuso como local por 1 a 0 sobre un Independiente que dio demasiadas ventajas y que mereció llevarse una derrota más abultada, en el clásico de Avellaneda, por la decimotercera fecha del Torneo "Julio Humberto Grondona".
El gol fue convertido, de penal, por Diego Milito, a los 22 minutos y a poco del final del partido se fue expulsado Federico Mancuello.
El albiceleste fue un ganador lógico, aunque por la ventaja mínima del 1 a 0, por su practicidad pero también por su aplomo cuando jugaba sin la pelota y el rival multiplicaba toques buscando un hueco que nunca le ofrecía.
En un primer tiempo caracterizado por la lucha, Independiente dejó la ilusión óptica de que había empezado un poco mejor, ya que logró inquietar con algún disparo de media distancia.
Pero pronto pudieron advertirse sus gruesos errores defensivos -de los cuales Gustavo Toledo sería protagonista-, Racing se le fue encima y así el visitante terminó jugado a la contra.
Y si bien Toledo daba todas las ventajas por la derecha, la jugada arriesgada dentro del rea estuvo a cargo del zaguero Víctor Cuesta.
Este defensor se vio superado en defensa por la entrada de Marcos Acuña, así y todo decidió tirarse a los pies dentro del rea y en busca de puntear la pelota, pero terminó impactando al adversario cuando se cerraba. Penal y gol de Diego Milito, quien ejecutó con fuerza, bajo y a la izquierda, en 22 minutos.
Independiente se fue al ataque y forzó una serie de tiros de esquina, uno de ellos después de un peligroso disparo de Lucas Albertenngo, que obligó a Sebastian Saja a volar al ángulo superior izquierdo, en 25 minutos.
Pero lo de Racing era generalmente más claro y pronto Milito quedó cara a cara con Diego Rodríguez (después de otra grave distracción defensiva de Independiente) y remató cruzado, un tiro que salió desviado a la derecha del arco.
Una síntesis de lo que se vio durante el primer tiempo indica que Racing necesitó de menos toques y llegó generalmente a posiciones de gol avanzando en línea recta, mientras que Independiente debió practicar varios pases, sin lograr sorprender.
El juego quedó planteado para el segundo tiempo entre la búsqueda desesperada de Independiente por alcanzar el empate y las estocadas de Racing, cada vez que recuperaba el balón o salía de contra.
Por lo general, Independiente no encontró o no vio los escasos espacios libres que a veces ofrecía por las puntas la rocosa formación académica, que se quedó con la mayoría de las pelotas divididas. Y se repitió en intentos con pelotazos o pases al rea, en los que terminaba ganando la defensa local.
Como un calco del primer tiempo, los ataques de Racing producían tremenda zozobra en el fondo de Independiente, donde crecía la figura del arquero Diego Rodríguez, quien evitó una diferencia mayor.
El resultado está bien porque si bien Independiente podría haber llegado a convertir, no queda claro si estaba en condiciones de sostener un empate.
Fuente: Infobae.com