Sociedad06/05/2015

Salta recuerda hoy la asunción de su primer mandatario elegido por voto popular

Hace 200 años, el entonces coronel Martín Miguel de Güemes fue electo gobernador de Salta. La historia.

Había regresado a su ciudad natal procedente de Jujuy. Lo había hecho luego de perseguir tenazmente y por tres meses a los realistas de Joaquín de la Pezuela y de haber derrotado al invasor en Puesto Grande del Marqués el 14 de abril de 1815.

Allí, el general Francisco Fernández de la Cruz, jefe interino del Ejército del Norte, se atribuyó la victoria, pero envió el parte de guerra a Rondeau -Archivo de la Nación- donde reconocía: "Los valientes gauchos, con sus jefes y oficiales son tan recomendables y fue tanta su bizarría (valentía) que nada tuvieron que envidiar a las tropas más aguerridas...".

Más tarde, desde Potosí, José Rondeau, al referirse a Güemes, dice: "El 15 de abril siguiente a la victoria del Puesto Grande, bajo el pretexto de enfermedad y anunciando restituirse a sus estancias, Güemes sale hacia abajo, llevando consigo los gauchos que lo acompañaron en aquella jornada de gloria". Y así es que Güemes regresa a Salta con sus gauchos. Estaba contrariado con Rondeau y con todos los jefes que lo secundaban en la nueva expedición al Alto Perú. Su contrariedad nada tenía que ver con la supuesta paternidad del combate de Puesto Grande; más bien le preocupaba la indisciplina que reinaba en el seno del Ejército del Norte y que suponía, lo llevaría al desastre, tal como luego ocurrió.

También le molestaba en grado sumo que Rondeau contradijera el plan estratégico de San Martín quien, sobre el Alto Perú, había dicho: "La Patria no hará camino por este lado del norte, que no sea una guerra defensiva y nada más".

Por estas dos razones, Güemes se aparta del ejército y regresa a Salta para preparar las defensas, pues suponía que las fuerzas españolas pronto regresarían al Valle de Lerma.

Aquí, cuando el pueblo se enteró de que Güemes ingresaba a la ciudad por el Campo del Honor (actual Monumento a la Batalla de Salta), con gran fervor salió a recibirlo. Es que su popularidad había crecido luego del gran despliegue militar que había realizado a lo largo de 1814, cuando gracias a las lanzas, los cuchillos, la sorpresa y la valentía de sus gauchos, había obligado a las huestes realistas de Pezuela a abandonar Salta, luego de ocho meses de una cruel ocupación.

Salta lo vio y lo aclamó. El pueblo lo acompañó hasta la plaza mayor y le exigió al Cabildo que lo hiciera gobernador. "En efecto, -cuenta Atilio Cornejo- el 6 de mayo de 1815, los señores del muy ilustre Cabildo, justicia y regimiento de Salta, capital de la provincia, D. Miguel Francisco Aráoz, D. Gaspar Castellanos, D. Alejo Arias, D. José Mariano San Millán y Figueroa, Dr. D. Juan de la Cruz Monge y Ortega, Dr. Juan Manuel Güemes, D. Inocencio Torino, D. Angel López, D. Pedro Antonio Arias Velázquez y Secretario - Escribano D. Félix Ignacio Molinas y se reunieron en la Sala Capitular, a fin de deliberar la petición del pueblo que se hallaba congregado en la plaza mayor, sobre el nombramiento de Gobernador hasta tanto se nombrase el definitivo "con satisfacción y consentimiento de las Provincias Unidas", -pues ejercía el cargo interinamente el Coronel D. Antonino Cornejo-.

"En consecuencia, -sigue Atilio Cornejo- se procedió a la respectiva votación, dando cada uno de los vecinos su sufragio en el orden posible, y recibidas las respectivas cédulas y publicadas, resultó por casi general votación el Sr. Coronel D. Martín Güemes, a quien por petición del mismo pueblo se lo puso en posesión"; previo juramento que le recibió el alcalde de 1er. voto D. Miguel Francisco Aráoz y con la conformidad del procurador general que había concurrido a nombre del pueblo que se hallaba congregado fuera de la sala capitular, y a quien el nuevo gobernador nombró su teniente asesor, de consentimiento y aclamación del pueblo". Luego, cuatro meses le llevaron las negociaciones con Jujuy para que ese Cabildo lo reconociese finalmente como gobernador. Pero a Güemes le esperaban seis años difíciles de gobierno. En ellos debió hacer la guerra, resistir invasiones, sobrellevar enfrentamientos internos y sufrir traiciones. La última lo llevó a la muerte el 21 de junio de 1821.

Fuente: Diario El Tribuno