Política29/04/2015

Diego Saravia, un opositor al voto electrónico, no conoce las máquinas

Se trata de una de las voces más contrarias al sistema de voto electrónico. Promueve el software libre y se cree hace lobby para otro sistema electoral. Demostró no conocer las terminales que se usan en Salta.

Para muestra sobra un botón, dice un dicho popular. Auto titulado como experto en sistemas electorales que incorporan tecnología, las opiniones de Diego Saravia dejan entrever que oculta los verdaderos motivos de sus denuncias y ataques al sistema incorporado en Salta. Más allá de las denuncias mediáticas, nada se pudo comprobar en cuanto a posibilidades de fraude de forma científica.

Hoy en día abundan sabios informáticos que opinan y dicen encontrar trampas, agujeros en el sistema y formas de adulterar la voluntad del elector. Ninguno fue a hacer la correspondiente denuncia a donde se debe hacer: el Tribunal Electoral, dependiente del Poder Judicial de la Provincia.

Las mentiras de Saravia
Un experto informático debiera, antes de denunciar, al menos conocer el funcionamiento de las máquinas, y no opinar por lo que ve en los medios. Se entiende que al menos vio, tocó, desarmó y revisó una terminal de voto electrónico.

Si así fuera, no se entienden algunos cuestionamientos que hace Saravia respecto al sistema. Veamos algunos ejemplos:

Mentira 1
En una entrevista que concedió ayer por AM 840, Diego Saravia dijo: “Lo que yo estoy viendo en mi conversación con mucha gente, que todos vieron algún problema el domingo y si no lo vieron conocen a alguien que si lo vio. Así que prácticamente no he encontrado a una sola persona que no haya escuchado, que no haya tenido la referencia de un problema entonces creo que se ha instalado en la sociedad esto”.

Ni todos vieron ni todos conocen a alguien que haya tenido problemas, es una generalización carente de argumentos, salvo que haya hablado con los 937.124 electores salteños, cosa bastante improbable.
Tampoco se puede argumentar que los problemas de las personas con quien dice que habló, sean todos fallas en el sistema. Muchos, la mayoría, fueron más bien problemas humanos, las personas que no conocían el sistema, y eso lo sabe.

Mentira 2
“¿Qué cosas tiene que ver la gente cuando vote? tiene que ver que lo que está impreso es exactamente lo que votó. Que pierdan el tiempo necesario para leerlo porque cuesta, porque está en letra chiquita. A veces la máquina para ahorrar plata no le recambiaron la tinta, la impresora entonces estaba con tinta vieja no imprimía bien”.

Para alguien que sabe de computadoras, y que al denunciar se supone revisó las máquinas, identificar una impresora que funciona con tinta de otra que es foto sensible, debiera ser algo muy sencillo. Las terminales de voto electrónico que se emplean en Salta no usan tinta ni tonner para imprimir las boletas. Las boletas son de un material fotosensible, es decir se trata de un soporte que contiene una capa o un conjunto de capas sensibles a la luz y que reaccionan al contacto con la misma formando una imagen.

Por ello, es imposible que se alegue falta de tinta para imprimir. Lo que si ocurrió es que algunas personas que concurrieron a emitir el voto muy temprano se dieron con las máquinas recién encendidas. Entonces, las terminales no tomaron la temperatura necesaria para que esta forma de impresión funcione, es decir, es un error de las autoridades de mesa o técnicos responsables, no de las máquinas.

Mentira 3
“Que la gente aprieta por un candidato en la pantalla y cuando va a imprimir el voto le sale otro”.

Quien trabaja con máquinas electrónicas sabe que no piensan, sino que funcionan con lo que se les carga. En este caso, el CD con el que se instala el voto (lo que la pantalla muestra al elector) es el mismo para todas, y el proceso es auditado y lacrado, sin forma de adulterarse.

No existe en el medio, entre lo que se eligió y el momento de la impresión ningún paso informático. Lo más probable es que la gente haya metido mal el dedo o tocado otra cosa en la pantalla. 

Fuente: www.informatesalta.com.ar