Policiales06/05/2016

Fingió un secuestro, movilizó a la policía, estaba en un "telo"

Una mujer se durmió en un hotel alojamiento con un compañero de trabajo, pero para esconder su infidelidad, denunció que había sido secuestrada. Familiares, amigos y la Policía la buscaban afanosamente. Se descubrió la verdad.

Una joven mujer denunció en una comisaría céntrica que en las primeras horas del 1 de mayo había sido secuestrada en el microcentro salteño y violada durante algo más de 16 horas, cuando supuestamente fue abandonada por sus captores en el parque San Martín en la zona del Hogar Escuela.

La denuncia se acompañó con una movida a favor de F.G.I., viralizada en las principales redes sociales. Allí conocidos y amistades de la supuesta víctima pedían ayuda para dar con los perversos captores y violadores que estarían operando en el centro mismo de la capital. El fiscal Federico Obeid tomó cartas en el asunto e inició una rápida investigación.

En pocas horas la noticia de secuestro y violación puso en jaque a la fuerza de seguridad que no escatimó recursos para esclarecer el caso, que a esas alturas tomaba ribetes de escándalo nacional.

La Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual investigó palabra a palabra la denuncia de la mujer. De acuerdo a su testimonio, el sábado un grupo de empleados de un conocido supermercado ubicado en el norte de la capital se reunieron para festejar el Día del Trabajador en un local ubicado en cercanías del parque San Martín.

De acuerdo a lo declarado en la Fiscalía, luego de una noche de baile y alcohol, cerca de las 5.30, la mujer junto a un grupo de compañeros habría decidido continuar los festejos.

Los enfiestados se dirigieron a inmediaciones del monumento 20 de Febrero donde estuvieron bebiendo hasta las 8.30.

Algunos de los trabajadores del conocido supermercado decidieron regresar cada uno a su domicilio pero, según las declaraciones de éstos (todos compañeros de trabajo), ella habría decidido quedarse con uno de ellos y pasar la mañana en un residencial de Zavala y Rondeau.

El propio amante, identificado con la sigla S.D.B., confesó que después se quedaron dormidos todo el día hasta entrada la noche.

Al despertar ella le habría expresado la preocupación por la hora y por las consecuencias de su infidelidad, cosa que compartió el amante también y allí, al parecer, urdieron la denuncia del secuestro. El mismo compañero de andanzas la acercó hasta su domicilio, pasadas las 21 del domingo y poco después comenzó la actuación de la mujer enfrente de su familia y de sus amistades que por horas la buscaron por toda la ciudad. Enorme revuelo generó su denuncia y la policía en pleno revisó las grabaciones de las cámaras de la zona por donde supuestamente, según su denuncia penal, habría sido trasladada por los abusadores.

La mujer habría incluso dado la fisonomía de sus victimarios y las características del vehículo en que se movilizaban, pero nada de esos apareció en horas de filmaciones revisadas en el centro de monitoreo. Fuentes de la repartición hicieron notar que el sector consignado en la declaración por supuesto abuso y violación se encuentra completamente monitoreado por cámaras de seguridad. Con esos elementos y la declaración de los fiesteros comenzó a cerrarse el cerco y a emerger la figura penal de la falsa denuncia, que deberán afrontar todos.

Fuente: El Tribuno