Foto íntima: Que tenía Manu en su habitación de la Villa Olímpica

Foto de nuestra habitación en la Villa Olímpica.

Deportes22/08/2016
En nuestro último día olímpico con Chapu, se nos ocurrió fotografiar la habitación para en un futuro, recordar como era todo esto. La intención era sólo esa, pero una vez que pasé la foto al celular y me puse a ver las perlitas que se podían encontrar diseminadas por ahí, decidí compartirlo para que ustedes tengan, al menos a través de una imagen, la posibilidad de meter un piecito en la privacidad de la habitación de dos atletas compartiendo habitación en la Villa Olímpica.

Para ubicarlos un poco en tiempo, les digo que esta foto se tomó 15 días después de haber llegado, que en ese momento ya llevábamos cinco días sin servicio de limpieza (decidimos cancelarlo después que “desaparecieran” algunas cositas del departamento), que somos bastante desordenados, que la habitación era bastante pequeña y que para ese tramo, la mugre nos estaba empezando a tapar (¡Por fortuna en la foto no sale lo que estaba debajo de la cama!).

Dicho esto, paso a describirles los ítems que señalo en la foto y les dejo algunos otros sin marcar para que los encuentren si pueden!

A – Celulares. Infaltable compañía. Todo el mundo sabe lo que representan los teléfonos hoy en día y para nosotros no es excepción. La organización nos regaló a cada atleta un Samsung S7 Edge Olympic Games Limited Edition y fue disfrutado correspondientemente por casi todos. ¡Un avión!

B – La habitación se puede caer de mugre, ¡pero hay que oler bien! Un perfumito a mano para eliminar algunos olores indeseados, propios y del entorno, siempre es necesario.

C – Los lentes de Andrés haciendo equilibrio sobre una pera y una banana. Y… no teníamos mucho lugar para dejar las cosas y de a poco se empezaban a acumular en los lugares más inesperados.

D – Cargador portátil de baterías. Infaltable para millenials como nosotros (?). Muchos dispositivos, pocos enchufes. Siempre una buena opción. El mío lo había olvidado en Bahía Blanca.

E – OFF! Ni bien llegamos a Río, nos enchufaron repelentes a todos por la amenaza “Zika”. No solo no lo tocamos en ningún momento, sino que no vimos mosquitos en dos semanas. Quedó en el mismo lugar todo el tiempo, ahí paradito estoicamente.

F – Kindle. En los momentos de hibernación por cansancio de mi ladero, fue mi mejor compañía. ¡Un imprescindible!

G – Accesorios de audio. Parlantito bluetooth (JBL Flip2) para cuando compartíamos música y los auriculares (Beats Studio Wireless) para algunos momentos de soledad o viajes. Obligatorios para escuchar podcasts, radio o música.

H – ¡La credencial olímpica! Sin eso no sos nada en la Villa. Para comer, para subirte al cole, para retirar la ropa, o para lo que sea… la credencial. Olvidate la cabeza si querés, pero la credencial no porque tenés que volver a buscarla.

I – Posiblemente el elemento más inesperado de la habitación. ¡¡Una camiseta de Racing con su correspondiente carnet de socio!! En algún momento se la regalaron a Chapu y quedó ahí. Sorpresivo (como mínimo) en ese contexto.

J – UNA zapatilla. No apareció la otra en esta foto, en algún lugar remoto del departamento supongo que estaría. Fueron utilizadas por Chapu para el desfile y se las puede ver en un par de ediciones del renombrado #elsello.

Les había tomado mucho cariño, tal es así, que se lo pudo ver al día siguiente de la ceremonia inaugural fastidiado por no encontrar lavandina en toda la Villa. Parece que en el descontrolado pogo pre-desfile lo habían pisado muchas veces y sus zapatillas no mostraban más el blanco impoluto que el gladiador hacendoso pretendía.

K – Mis zapatillas de cabecera en estos juegos. Nike Free Flyknit de las que hablé en post previo. Gran adquisición.

L – Bolsa de souvenirs recién comprados con muñequitos para nuestros hijos. Vinicius, la mascota olímpica, fue un éxito con los más chiquitos. Además, como Usain Bolt lo tenía después de ganar los 100 metros llanos, mis hijos también lo querían.

M – Medias que usé en la ceremonia inaugural. Puede que las haya vuelto a usar al día siguiente, pero no más que eso. Ahí quedaron, sucias ocupando un injustificado y valioso lugar en nuestro inmueble.

N – Infaltable recuperador. En campeonatos tan cortos e intensos, a veces es necesario reforzar la alimentación con algún suplemento alimenticio. ¡Ni hablar si consideramos que era la habitación donde estaban los dos más basquetbolistas más viejitos del torneo!

O – Mochila multipropósito. Ahí iban las zapatillas, calzas, medias, frutas, desodorante (apareciendo tímidamente en la foto), billetera, teléfono y todo lo necesario e imprescindible para ir a entrenar y jugar.

Se acabaron las reseñas. Si quieren, se pueden entretener buscando la credencial de Chapu, las tres botellas de agua esparcidas por ahí, la banana escondida, el control remoto del aire acondicionado y también la guía que confecciona el COA con los datos de cada atleta que forma parte de la delegación argentina…

– Acá abajo, les agrego la foto original, sin anotaciones.

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