


El hundimiento del ARA Belgrano, el relato en primera persona
Un 2 de mayo de 1982, torpedos británicos hundían la nave argentina en la guerra de Malvinas. Jorge García, héroe salteño de nuestra Patria que estuvo en el barco, rememoró lo ocurrido como sobreviviente del ataque. Su reconocimiento a los tripulantes del ARA San Juan.
Sociedad02/05/2018 Juan V. Anachuri
Fue un 2 de mayo de 1982 cuando, en plena guerra de Malvinas, torpedos británicos impactaban contra el A.R.A. Belgrano, matando a decenas de soldados y hundiendo la embarcación, suceso que marcó un antes y un después en el conflicto bélico.
Hoy se cumple un nuevo aniversario de aquel hecho, e InformateSalta dialogó con Jorge García, excombatiente de Malvinas, héroe salteño de nuestra Patria y sobreviviente del Belgrano, quien recordó los instantes vividos en el barco, los instantes previos y posteriores.
“Partimos de puerto Belgrano el día del cuarto centenario de la fundación de Salta, rumbo al sur; ya estaban recuperadas las islas y los enemigos en camino”, recuerda Jorge quien agrega que “las tensiones fueron permanentes, con guardias corridas, entrenamientos, el buque emitía radiaciones, andábamos a oscuras”.

El ataque
Tras llegar a Ushuaia, se metieron en mar abierto y, tras unas órdenes suspendidas, se quedaron “estacionados” en medio del mar. “Cuando volvíamos a la tarde, el ‘Conqueror’ disparó tres torpedos, dos impactan en el Belgrano y uno roza la proa del Bouchard que nos escoltaba; los dos torpedos que nos impactan, uno le saca 15 metros del barco en la punta y el segundo, el mortal, entró desde el medio hacia atrás… se llevó la vida a más de 250 hombres”, recuerda el excombatiente.
Tras el impacto, Jorge agrega que “las maquinas reventaron, también las cañerías, se produjeron quemaduras por vapor, incendios y se rompió el generador de electricidad, ya no teníamos luz; hubo humos y fogonazos en las cubiertas bajas, solo quedaba salir a cubierta principal, ahogándonos con el humo”.

El intento por sobrevivir
Cuando no había más que hacer, el capitán el ARA Belgrano dio la orden a los sobrevivientes de abandonar el barco en los buques salvavidas. Según comentó Jorge, cada navío tenía espacio para 20 personas, más víveres de supervivencia.
“Tuve que andar de balsa en balsa, en la primera estaba en resguardo de los vientos pero el oleaje eran fuertes, se rompió la balsa así que tuvimos q salir de la misma y quedamos en el agua con los chalecos salvavidas”, rememoró. En una segunda balsa, la cual estaba llena de gente y donde no querían dejarlo subir, se tuvo que aferrar a una escalera.
“Estuvimos 28 horas a la deriva en la última balsa, hasta que se calmó el mar; un avión de la fuerza nos ubicó y dio las coordenadas para que los barcos nos rescataran”, precisó el excombatiente. Tras esto, fueron llevados a puerto por las naves de rescate.
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El después
Jorge recuerda que la primera orden en tierra fue que no dijera nada de lo que estaba pasando. Luego le dieron 10 días de descanso en Salta donde, al llegar, fue recibido por su familia y por gente que quería preguntarle si sabía algo de sus seres queridos. Las preguntas lo siguieron hasta su casa el tiempo que se quedó en la provincia, donde iban a consultarle permanentemente por otros soldados salteños.
Tras el descanso volvió a puerto Belgrano, “luego me destinaron a Río Grande, al Batallón de Marina 5°, al escuadrón de radio hasta que terminó la guerra, luego estuvo unos años más haciendo la carrera hasta que pedí la baja”, relató el ex soldado. Terminada la lucha bélica, comenzaría la lucha por el reconocimiento, por una pensión, por una obra social, por un sostén y, por sobre todo, por la causa Malvinas.

Al ARA San Juan, de un marino del ARA Belgrano
“Nosotros no bajamos los brazos, si nosotros no hablamos de Malvinas nadie lo hace, para muchos es una causa perdida o se la usa por negocios en los gobiernos; pero nosotros tenemos una doble función, allá quedaron las vidas, la sangre de nuestros compañeros, no podemos dejar de ver eso en nuestros horizontes”, reflexiona Jorge a casi cuatro décadas de la guerra.
Hoy, el mensaje que comparten por la soberanía argentina de Malvinas tiene una mención especial: es para los tripulantes del submarino A.R.A. San Juan. “Los que estuvimos en la Armada sabemos la función arriesgada que hacen los submarinistas, esos 44 compañeros fueron al frente y cumplieron con su deber, para nosotros es ponerlos a la altura los gauchos de Güemes, de los Granaderos de San Martín, aportaron su coraje para defender lo nuestro, los llevamos cerca nuestros, nuestros homenajes también son para ellos”, concluyó este héroe.






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