Un juez salteño tuvo que abandonar una pizzería tras un injustificado escrache

Pablo Farah, junto a su mujer, se encontraba cenando cuando fue increpado a los gritos por una mujer por la muerte de Luján Peñalba y Yanina Nüesch. Sin embargo, el magistrado solo estuvo en el tramo inicial de la investigación, cuando el caso fue caratulado como muerte dudosa.

Justicia10/12/2018
escrache al juez Farah
Captura de video

En los códigos procesales se especifican cuáles y en qué condiciones se pueden presentar los distintos recursos que están previstos como una garantía constitucional. Pero en ninguna parte figura el escrache como uno de ellos.

El juez Pablo Farah tuvo que abandonar el domingo a la noche una pizzería junto a su esposa y a su pequeña hija mientras Marisa Peñalba Chiricosta grababa un video y a los gritos señalaba que ese era el camino. Marisa es tía de Luján Peñalba quien junto a Yanina Nüesch apareció muerta el 16 de julio de 2012.

Farah, fue el juez que en ese momento y con otro Código Procesal Penal, dirigió el tramo inicial de la investigación judicial que se abrió ante la aparición de los cuerpos. En ese momento la causa fue investigada como muerte dudosa y así fue archivada tiempo después, luego que intervinieran otros tres jueces más.

Pablo Arancibia, Abel Fleming y Adolfo Figueroa revisaron cada uno de los cuerpos de la causa y el año pasado, cuando la causa estaba en archivo y la Justicia administrativamente ordenó la entrega de los bienes que permanecían secuestrados, los familiares de Luján anunciaron que iban a pedir la reapertura.

Lo hicieron cuando ya se había entregado, por ejemplo, los elementos que pertenecían a Yanina Nüesch a sus familiares quienes retiraron los elementos del depósito de bienes secuestrados y se los llevaron consigo para terminar de cerrar el duelo.

Los familiares de Luján en cambio, persistieron con la idea del doble homicidio esta vez con el patrocinio letrado de Pedro García Castiella.

García Castiella planteó el pedido de apertura que la jueza Mónica Mukdsi, con competencia en Transición (es decir en aquellas causas que se tramitaban con el anterior Código Procesal Penal), hizo lugar.

Técnicamente la jueza sacó de su estado a la causa usando el principio según el cual la declaración de archivo permite la reapertura ante la aparición de nuevos elementos los cuales serían aportados por los familiares de Peñalba quienes lograron una opinión técnica de peritos en Estados Unidos poniendo en duda los elementos con los cuales se había tramitado.

Claro, a la fecha ya no se cuenta con la mitad de los elementos si se tiene en cuenta la obviedad que las pertenencias de Yanina Nüesch fueron entregadas a sus familiares y que estas no están para ser analizadas en conjunto con el resto de los materiales.

Entonces con la resolución precaria de reapertura de la investigación y sin mediar más elementos que la propia convicción, Marisa Peñalba protagonizó el escrache de un juez que por concurso, se convirtió en miembro del Tribunal de Juicio Sala III. No fue un “ascenso”, como pretende decir.

En ningún Código está dicho que el escrache sea un recurso porque es todo lo contrario a la vía procesal elegida. Tal vez es hora que el abogado García Castiella se lo explique a sus representados.

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