Jesús recibió la silla de ruedas que necesitaba

Para los médicos que le diagnosticaron atrofia muscular espinal tipo 1 o síndrome de Werdnig-Hoffman hace tres años y medio, Jesús es un milagro de la naturaleza. Él superó la expectativa de vida que figura en los libros, que solo es de doce meses.

Uno de los regalos ya los recibió. El presente llegó el 15 de agosto y con ella, ahora, Jesús podrá descubrir una parte del mundo que era desconocido para él: verá la luz del sol, sentirá el calor, la brisa sobre su cara, observará a sus hermanos revolotear a su alrededor, y como quien dice, podrá dar una vuelta a la plaza con su familia. Pero, ¿cuál es este maravilloso objeto? Una silla de ruedas ultraliviana. Los médicos se la habían indicado y su mamá luchó para conseguirla, porque el beneficio último es mejorar la calidad de vida de Jesús, que pasa sus días en cama.

La silla de ruedas demoró diez meses en llegar a destino, luego del primer compromiso que asumió la titular de Acción Social de la Municipalidad en Octubre de 2013, cuando Adriana hizo público su pedido.

El 29 de mayo El Tribuno publicó una nota refiriéndose a esta promesa incumplida y a la presentación de un recurso se amparo en la Justicia, por el que Adriana exigía al Programa Federal Incluir Salud (PROFE) que se haga cargo de eso y de los pañales mensuales que necesita Jesús. Al día siguiente, el actual secretario de Acción Social de la Municipalidad, Marinaro Rodó, llamó a Adriana, la citó a su oficina y le dijo que le iba a dar una respuesta a su pedido. Al mediodía del mismo día, le entregaron un cheque por 45 mil pesos con el que Adriana pagó la silla en una ortopedia local.

"El primer día estaba un poco incómodo, pero el segundo día estuvo más tranquilo y adaptado a la silla", contó Adriana.

"Cada logro alcanzado para la calidad de vida de Jesús tiene un sabor dulce", contó su madre.

Fuente: Diario El Tribuno