Caprichos de Salta: El método

Salta está llena de caprichos, todos ellos recorren cada uno de los rincones de nuestra ciudad para algunos de manera inadvertida y para otros no. No te pierdas una nueva entrega de la ficción de Javier Camps en InformateSalta.

Cultura 30/05/2019
método

Dos sujetos de esos que se odian en silencio coinciden en una mesa de café. La gente se resiste a valorar al odio pero, en realidad, es el sentimiento más ejercido y con más dedicación.  El odio no es malo ni bueno, es un sentimiento. Algunos lo suponen injusto pero, eso, es solo una consideración que han echado a correr para soslayar un costado del ser humano que merece un poco más de atención y, así, impedir el proceso de la rebeldía liberadora. Sentirlo no lo convierte a uno en un ser nefasto pero si, está claro, expone al estúpido crónico de una manera extraordinaria.

 El odio no es la antítesis del amor (sentimiento al que todos adhieren con fervor). El odio y el amor son las dos caras de la pasión. Lo contrario es la indiferencia. Algunos, como observé más arriba, lo encuentran injusto, yo, me arriesgaría a decir que hay más amores injustos que odios injustos. Sí, es verdad, hay algunos odios que son inútiles y tristes, como aquellos que surgen de la envidia o del resentimiento.

Bueno, volvamos a los dos sujetos que concuerdan en tiempo y espacio para odiarse: Vincent Llorente y Ramón González.

-He elegido y he decidido en mi vida según se me ha dado en ganas y convenido. Porque soy quien he querido ser y todo ha fluido de acuerdo a mi postura y decisiones. –Dice González-

-¿Está seguro? – Pregunta Vincent, mientras le brillan los ojos como a un lobo a punto comer carne muerta pero aún caliente-

-Sí.

-¡Qué vocación para la dependencia programada! Ramón, querido, nadie elige nada, nadie decide nada ¿Usted se ha dado cuenta que hay una obsesión por la opinión pública?

-Es lógico. La gente debe decidir; pero… ¿Qué tiene que ver eso?

- No, Ramón, a la gente no le preguntan para saber qué quiere, le preguntan para saber sí fue eficaz el engaño. Si están a gusto con la sugerencia puesta a andar para direccionar su voluntad. La gente no elige ¿Usted conoce a algún grupo de hombres y mujeres que se junte en un rancho en medio del campo a cambiar de paradigma? Y digo hombres y mujeres y no digo “personas”… fíjese. Porque las personas son hombres y mujeres que encarnan algo que no son, juegan un rol. Eso se aprende de pequeño, desde el primer minuto. Salir de ahí es un poco difícil…

-¿Usted me está llamando boludo?

-Yo no lo llamé. Usted vino solo.

-Y… ¿De dónde saca esas pavadas?

-Miro y busco el revés de eso que observo. Las dos caras de las cosas. Los dos escenarios. Cuento los colores con los que se pinta la uniformidad, los divido por dos y los multiplicó por tres. Pero nunca me olvido del uno. Así voy entendiendo de qué se trata todo esto.

-Usted me está tratando de boludo.

-Veo que va aprendiendo el método. Ya obtuvo resultados ¡Ve que no es difícil entender!

-Vincent, usted es un pelotudo!

-¡Va mejorando, Ramón! Hace instantes me preguntaba porque mierda estoy hablando estas cosas con un imbécil como usted… y usted me ha dado la respuesta… gracias.

Vincent odia a Ramón porque lo entiende. Ramón odia a Vincent porque no lo entiende. El método del poder, usufructuar la pasión. Siempre nos roban. Siempre.

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