Presos se amotinaron cuando descubrieron su intento de fuga en Tartagal

Tras el intento de motín la Unidad Regional 4 llamó a una rueda de prensa ayer en la mañana ya que vecinos denunciaron que escucharon detonaciones en madrugada. 

El comisario Alejandro Guanca, jefe de la Comisaría 42, informó que los estallidos que alarmaron a los vecinos de alrededor en madrugada correspondieron a disparos de advertencia ante el alboroto de los reclusos. Se pudo establecer que 33 de ellos; de una población de 87; tenían planificado escapar.

El intento de fuga se descubrió durante el control de rutina de madrugada, operativo que incluía una fuga masiva. Si bien la Comisaría dispone de cámaras de vigilancia, los reos habían planificado huir por una ventana que da hacia el sector sur; hasta donde no llega el monitoreo.

Advertidos, los efectivos solicitaron apoyo de la fuerza de Infantería. “Habían estado trabajando sobre un espacio donde había una valla tipo panal de abejas, incluso hasta momentos antes de notarse las maniobras”, dijo el comisario.

El aumento del movimiento de efectivos por la dependencia y la requisa personal que se inició llevó a que el grupo de los que querían fugares se rebelara y llevaran al resto de los detenidos a una causa común; llegando a incendiar un colchón.

“Actualmente tenemos alojados 87 detenidos (…) unas 15 personas comenzaron a las que se plegaron otras 15 de una celda y 20 de otra celda“, informó Guanca.

Aclararon que un grupo se mantuvo calmo y no se plegó a los disturbios. Mientras que  los otros arrancaron una puerta de los baños, rompieron las patas del desagüe y destrozaron una de las bancas.

El saldo fue de 10 detenidos y dos efectivos heridos que fueron trasladados a la Clínica San Antonio, uno de ellos que permanecía internado bajo observación. Los detenidos están a disposición de la Justicia.  “Hay que tener en cuenta que los mismos detenidos cortaron la luz en un momento y agredieron a los otros detenidos que no se plegaron a ellos“, finalizó el Comisario Guanca.

Por último el subcomisario Romero, segundo jefe de la Comisaría 42, recibió a las familias de los detenidos que anoticiados de lo sucedido, la inquietud era por el estado de salud de los recluidos.