Plumas, glamour y actitud: Junto a Butterfly palpitamos el comienzo del carnaval
“El carnaval tiene su gran cuota de sacrificio para todos los que hacemos esto”, nos dice Joseph Rivera, estilista y creadora de una de las murgas más prestigiosas dentro de los corsos. Con ella indagamos acerca de los preparativos y presupuestos de los despampanantes atuendos que lucen cada desfile. Costos y desafíos del carnaval, en tiempo de crisis.
Cultura20/01/2020Suenan las cajas y bombos, se ven a los indios y caporales desfilar y bailar, hasta que de repente los tacos aguja de las chicas Butterfly rompen con el cemento. Encabezando la caravana aparece ella, “la Señora del Carnaval”.
El conjunto comandado por Joseph Rivera supo ganar reconocimiento con su gran batucada, sus despampanantes figuras estelares y su ballet. Ahora y como todos los años, la murga dirigida por esta reconocida estilista ya se encuentra con los preparativos avanzados para esta temporada 2020.
Hasta su taller nos dirigimos para saber cómo trabajan en la confección de trajes que verá la gente en esta edición de corsos. Como adelanto, Joseph nos cuenta que la temática elegida para este año será “Sueño de una noche de Verano” y espera contar con aproximadamente 50 personas en desfile.
Plumas, piedras, ¡acción!
Los desfiles en la Avenida del Carnaval llevan alegría a la gente, sin embargo, muchos no dimensionan el costo y esfuerzo que significa para los artistas llegar a pasarela. En este sentido, Joseph nos dice: “Estos trabajos de producción son costosos ya que todo lo que es piedrería y plumas son elementos importados con costos en dólares”.
Pese a esto y ante estos avatares económicos, tener creatividad resulta fundamental: “Muchos optaremos por el reciclaje de algunas cosas. No es algo que se hace a menudo, pero muchos van a apuntar a eso porque las familias están sufriendo mucho la crisis”, nos indica la estilista.
“Este año salir en el carnaval va a ser un gran desafío porque nadie es ajeno a la crisis económica que nos afecta a todos”
Este desafío es tomado con altura por la mentora de Butterfly, que alegremente afirma: “Desde la parte organizativa vamos a llevarle alegría a la gente, a poner el pecho para que la gente tenga lo que quiere: ese momento mágico que recreamos cada noche en nuestras presentaciones”.
En materia de preparativos Butterfly comenzó a poner manos a la obra desde hace ya algunas semanas. Todas las noches, el taller es un ir y venir de piedras, plumas, hilos y tocados. En esta etapa de producción son muchas las personas que trabajan para lograr los trajes.
“En mi grupo cuento con un staff de gente maravillosa que sabe elaborar cosas”, añade la estilista. Esto implica diseñadores de tocados, personas que elaboran y diagraman las cosas que se van a lucir, modistas, estilistas, peinadoras y maquilladoras.
Una murga con historia y referente entre las chicas trans
Dentro de la historia de los corsos, la llegada de Butterfly significó una reinvención de la oferta carnestolenda ya que desde su producción siempre se distinguieron por salirse de los estereotipos y llevar a la gente un espectáculo cuidado y de altura. Así lo reconoce su mentora: “Fuimos responsables de cambiarle la cara al carnaval y de darle otra impronta y tónica para llevar el glamour y hacer una gran pasarella en escena. Siempre desde el lado del decoro y la decencia porque entendemos que los asistentes en su mayoría son niños. Tratamos de recrear algo lindo siempre, la gente que nos conoce y nos sigue saben de nuestro trabajo”.
En estas décadas de trabajo, Butterfly fue ganando su fama no solo por su prestigio, sino también por ser referente dentro del mundo trans. Esta esencia del grupo sigue intacta ya que muchas de las chicas que desfilan son trans.
"Las chicas trans son muy competitivas y cada una le pone lo mejor de sí para lucirse: es una pequeña guerra de vedettes con armonía y buena onda"
Este dato, según la estilista, favorece a lo que se ve en escena ya que no hay integrante que quiera quedarse opacada dentro del conjunto.
Costos y mantenimiento
Lentejuelas, hilos, perlas, plumas, telas: armar un traje de fantasía requiere de tiempo, buen gusto y presupuesto. Como dato de referencia, Joseph toma una pluma corta de faisán y nos cuenta que cada una vale $500, mientras que las plumas del mismo tipo, pero largas, rondan los $1500. “A eso hay que multiplicarlo: hay chicas que usan trajes de 30, 50 plumas, mientras que otras ostentosas llegan a las 300 plumas”. También es posible encontrarlos en internet, donde se pueden encontrar trajes ya armados que rondan los 40 mil pesos.
"La gente por ahí no dimensiona los costos que demandan una fantasía de carnaval, pero nos damos el gusto de sentirnos vedettes en esta época"
Otro aspecto a tener en cuenta es el mantenimiento que requieren los trajes, atendiendo las numerosas noches de desfile y el ajetreo propio del carnaval. Sin embargo, la Señora del Carnaval ya se convirtió en una especialista en restaurar atuendos: “Es difícil lograr que la gente entienda que lo que está en escena es muy costoso. Nos hicimos expertas en recuperar cosas. Nos tocaron lluvias que nos dejaron con las plumas mojadas y sin esplendor, ahí uno aprende a secarlas, aerearlas, montarlas de nuevo.”
"Es un gusto salir y lucirse pero el trabajo es para la gente, el regocijo más grande es el aplauso y reconocimiento de la gente"
Despidiéndonos del taller de Butterfly, la Señora del Carnaval nos hace la invitación a dejarnos llevar por la alegría de los corsos: “Este año los esperamos con mucha fantasía, colorido, mucha recreación de maquillaje. Tenemos la ilusión de que todo salga bien y quiero que sepan que aun remontando este país, las chicas butterfly vamos a estar ahí presentes llevándoles alegría y lo mejor de nosotras para que la gente disfrute y tenga alegría”.