El operativo de ablación se realizó en la madrugada. Los riñones quedaron en Salta, mientras que el corazón, hígado, los pulmones y córneas fueron para pacientes de otras provincias.
Oscar Montenegro de 20 años donó sus órganos y logró salvar o mejorar la calidad de vida de ocho personas. Se trata de un chico que había sido herido a manos de unos delincuentes y quedó con muerte cerebral, pero como en vida había expresado su voluntad de donar sus órganos, fue sometido a un operativo de ablación en la madrugada de hoy martes.
Marcos Fronda, coordinador del CUCAI, detalló por Profesional FM 89.9Mhz, que el joven era muy saludable, por lo que se le pudieron ablacionar los riñones, las córneas, el corazón, los pulmones y el hígado.
El profesional calificó al donante de “héroe”, ya que salvó la vida de pacientes pediátricos de 13 y 17 años, y de varios adultos, uno de ellos de 54 años. “Su muerte no fue en vano”, aseguró.
Mientras los riñones quedaron en Salta, el resto de los órganos fueron trasladados a Buenos Aires para su trasplante a pacientes que se encontraban en lista de emergencia nacional.
Para ello se instrumentó un cordón sanitario entre el hospital San Bernardo y el Aeropuerto, del que participaron la Policía de Tránsito, el SAMEC y el 911, entre otros organismos.
Fronda justificó ese despliegue en que los órganos tienen un tiempo de vida útil entre que son ablacionados y trasplantados, que varía según el órgano.
El corazón y los pulmones duran 4 horas, un hígado seis horas, y los riñones 12 horas, detalló. El de hoy fue el segundo operativo de ablación del año.
Según Fronda, en este caso el joven había expresado su voluntad de ser donante, por lo que los familiares no pusieron ningún tipo de trabas para la donación.
Detalló además que desde la vigencia de la Ley Justina, si una persona no expresó en vida su voluntad de ser donante, se la considera donante solidario ante la presunción de que sabía de qué se trataba la donación de órganos.
Indicó que en Salta unas 100.000 personas se registraron como donantes, e invitó a aquellos que se niegan a la donación a reconsiderar esa decisión, teniendo en cuenta la posibilidad de estar “en la vereda de enfrente”.