El fuerte relato de una joven que estuvo con Diego Maradona en un centro de rehabilitación
Medios24/02/2021A tres meses de la muerte de Diego Maradona, las anécdotas e historias junto al máximo astro del fútbol continúan marcando el ritmo de las redes a pura emoción y épica. Y en las últimas horas un relato de una usuaria de Twitter conmovió hasta las lágrimas a su hija Gianinna Maradona.
Gianinna compartió desde su cuenta la historia de Mariana Copland (@coplandcita), quien escribió cómo Diego la ayudó mientras estuvo internada junto a él en una clínica de rehabilitación en el año 2007.
Con emoción, la hija de Diego escribió: “¡Relatos que abrazan el alma y el de ella con mi papá! ¡GRACIAS @Aleja_____ por mandarme esto! Gracias @coplandcita por compartirnos algo tan fuerte y hermoso. ¡Lloren todos conmigo! ¡Te amo amiga @Aleja_____! ¡Gracias por matarme de amor! ¡Gracias @coplandcita por esta historia! ¡Qué orgullo mi padre para siempre!”.
En el relato de Mariana, que no tardó en viralizarse en Twitter, la joven cuenta que Maradona fue clave en su sanación y cómo incluso llamó a su madre para que la fuera a buscar a la clínica.
A continuación, la historia de Diego y Mariana:
“Nada de lo que pueda escribir define quién soy. Mi locura por Messi no se compara con mi fanatismo por Maradona. Pero a mí, Maradona, me salvó la vida. En algún momento del 2007 (algún momento es marzo, esas fecha no se olvidan), coincidimos en una clínica de rehabilitación.
Él por sus problemas de alcoholismo, yo por una depresión espantosa. Pensé, en ese momento que era el peor momento de mi vida. Después con los años uno ve el jardín de la casa de los abuelos más chico, la humanidad más grande y el dolor más profundo... no era así.
Yo fui internada antes que él. Un mes y medio antes. Cuando él llegó yo empezaba a ver que había algo más. Me ayudó a querer levantarme, jugamos al vóley, me apodó “lapicera veloz” porque me la pasaba escribiendo. Hasta que un día desaté una crisis horrible.
Y entre tres enfermeros para calmar la angustia me ataron a la cama de un primer piso y me dieron una sobredosis de midax. Al otro día me levanté con la mitad de cuerpo paralizada. Era un ente. Babeaba. No podía caminar. Tenía dormida la mitad de mi cuerpo.
Después de que mi médico firmara un acta en la que se explicitaba que no podían drogarme sin su consentimiento, tres días después, los mismos tres enfermeros vinieron por mi nueva crisis. Pero Diego se paró adelante, abrió los dos brazos, me hizo casita, y dijo: ’CON LA NENA NO’.
Discutieron varios minutos, yo lloraba. Hasta que pidió que le trajeran el teléfono para conectar a la ficha del sum donde todos compartíamos los días. Entonces me pidió el número de mi mamá y la llamo. Y cuando mamá, harta del dolor de saberme internada lo atendió, él dijo: ‘SEÑORA SOY DIEGO LA NENA ESTÁ BIEN, SÍ, TRANQUILA, pero mejor que no pase la noche acá’.
Y no se despegó de mí un minuto. Recuerdo que antes de cortar le dijo ‘vos tranquila, podría ser mi hija, tranquila te esperamos acá’. Nunca más dormí en avril.
Son muchas las cosas, la ideas, los valores que me separan de él. Pero la ps de esto es que un día, solo, me dijo ‘vos, lapicera veloz (porque me pasaba el día escribiendo) dame una hoja’. Y le regale una hoja a5. Y como sabía que mi crisis había sido desatada por un novio que me dejó, escribió: NICOLÁS SOS UN PELELE.
Y me miro después de firmar y me dijo ‘NO SEAS CAGONA, DÁSELO’. Nicolas, si leés esto, siempre fuiste un pelotudo pero hasta que Maradona no me lo explicó no lo entendí y me costó eso, 8 años al lado tuyo. Y al margen de eso y de lo que a dos personas puede separar, yo le deseo vida, amor de hijos, abrazos de nietos. Porque hoy yo puedo decir que ¿sai perche’ mi batte il corazon? Ho visto Maradona!”. /Ciudad
Mirá la publicación: