Una Argentina cuenta como es la Navidad en la ciudad finlandesa dónde vive Papá Noel

Carolina Valdéz vive en Finlandia, pasó dos veces las fiestas en Rovaniemi, la capital de Laponia, ubicada en el Círculo Polar Ártico, donde las calles del centro dibujan la silueta de la cabeza de un reno y el único día que no se puede saludar a Santa Claus es el 24 de diciembre.

Un cartel anuncia: “Papá Noel está acá”. Las personas que quieran saludarlo deberán pasar por un pasillo largo, decorado con bolas y luces, siguiendo las indicaciones de elfos. Todo el trayecto genera gran expectativa, se está por conocer al mítico personaje en su ciudad natal.

La ciudad, ubicada a 800 kilómetros de Helsinki, es la más grande de Europa, ocupa alrededor de 8.000 kilómetros cuadrados, cinco veces más que Londres.

A ocho kilómetros del aeropuerto se construyó la pintoresca aldea donde nació Papá Noel, que reúne casitas de estilo nórdico, juegos y tiendas temáticas. No sólo eso, está justo por donde pasa la línea del Círculo Polar Ártico. Esa es la razón por la cual en verano hay sol de medianoche, y en invierno las noches duran casi 24 horas.

Alrededor de 500.000 turistas viajan cada año para conocer a Papá Noel, Carolina es una de ellos. La mujer argentina de 37 años vive en Helsinki dónde trabaja en el área de sistemas de una empresa de delivery, en diálogo con Infobae comentó que visitó Rovaniemi dos veces, “la Navidad dura 365 días. Vine en septiembre y se sentía la magia, pero cuando después regresé el 22 de diciembre, el espíritu festivo era aún mayor”.

El hogar original de Santa Claus se ubica en la misteriosa localidad de Korvatunturi (“Ear Fell”). Eso sí, la dirección exacta es secreta. “Tiene sus oficinas en la aldea donde trabajan los elfos, además de la juguetería en la que se hacen los regalos que luego distribuyen alrededor del planeta”, comenta, dice la web oficial del lugar.

Algo divertido que ocurre cada 24 de diciembre es que, dado que Papá Noel está recorriendo el mundo no se lo puede visitar, pero ya que es finlandés, los niños de ese país reciben los regalos al mediodía.

Desde 1985, Papá Noel ha recibido 18 millones de cartas procedentes de 199 países, lo que convierte a la Oficina de Correos Central en una parada obligada para los turistas. Los “elfos carteros” están felices de atender a los visitantes durante todo el año en su oficina. Todas las cartas enviadas desde aquí llevan el sello del Círculo Polar Ártico, que no está disponible en ningún otro lugar.

Además de la visita gratuita a Santa Claus, también se puede combinar con otras actividades, como las excursiones en moto de nieve o trineos acarreados por huskies, así como visitar los iglús. “Acostumbrada a celebrar los 24, y 25 en la playa con calor, estas tres Navidades blancas lejos de casa fueron muy diferentes. Es un poco lo que uno mira en las películas de la infancia como ‘Mi Pobre Angelito’”, agregó Carolina.

La mujer disfrutará de las Fiestas junto a la familia directa de su amigo finlandés, Marcus. “Ya les avisé que voy a llevar algún postre o bebida, pero me dijo que no ese acostumbra. Pero le pedí que me respete“. En cuanto a la comida, lo habitual es arroz con leche, dulce o salado. También es normal, probar galletas de canela acompañadas de un vino caliente y dulzón llamado glöggi. “No se brinda, eso es raro, aunque alguna copa voy a chocar”, bromeó.