Crimen en Metán: Afirman que vieron a Víctor caminar cubierto de sangre
Interior12/05/2022InformateSaltaPasaron poco más de tres semanas desde que Víctor Córdoba, el joven peluquero metanense de 27 años, falleció luego de ser trasladado hasta el hospital San Bernardo en la Capital, producto de las heridas de gravedad que tenía, deceso por el cual están detenidos su esposa y su suegro.
En medio de las repercusiones del caso, el dolor de Metán por el crimen y las actuaciones propias de la Justicia, ahora se sumó el testimonio de un testigo quien aseguró que vio a Víctor caminar cubierto de sangre, dando un giro en la investigación del crimen.
Según la información que compartió el diario El Tribuno, este miércoles declaró en la Fiscalía Penal 2 de Metán un testigo quien contó que el día del ataque al peluquero, lo habría visto caminando en dirección a la costanera del río Conchas en la localidad del sur salteño.
El testimonio de este sujeto indicó que Víctor presentaba rastros de sangre tanto en la cara como en el cuello. También que fue en la costanera donde un amigo lo auxilió al herido, llevándolo en su moto hasta el hospital zonal.
La importancia de estos datos es que descartarían que el joven fue trasladado por su suegro, José Luis Peralta, a bordo de su camioneta Ford Ecosport donde encontraron manchas de sangre que habían sido lavadas.
Peritos del CIF obtuvieron muestras que están siendo cotejadas, buscando saber a quién pertenecen dichos restos de sangre.
Pedidos
Mientras tanto la familia reafirma su reclamo de justicia para el muchacho de 27 años. “Víctor no merecía morir de esa forma, se comprobó que era maltratado por su pareja y su suegro, quienes ejercían toda clase de violencia, como física, psicológica y económica”, dijo su tía Estela en declaraciones que reproduce el matutino.
A su vez el querellante de la familia, el abogado Federico Delgado, insistió a la Fiscalía que detengan a la suegra de Víctor, Mariela Cuevas. “Debido a que estaba en el lugar de los hechos, mínimamente podría haber participado en calidad de instigadora”, argumentó sumando que estando la mujer en libertad ella puede “contactarse con los vecinos y potenciales testigos para que no declaren o lo hagan de manera reticente”.