Boca llegó este sábado a Córdoba buscando quedarse con la final de la Copa Liga Profesional, aunque tiene Tigre como adversario y el Mario Alberto Kempes como sede no le traen gratos recuerdos.
Es que, justamente contra el Matador y en el estadio cordobés, el Xeneize perdió en 2019 la Copa de la Superliga. Y como este domingo no quiere repetir la misma historia, la dirigencia hizo un cambio en la logística.
En la antesala de aquella cita por el título hace ya casi tres temporadas, el conjunto por entonces dirigido por Gustavo Alfaro se alojó en el hotel Neper, que cerró sus puertas para que descansara tranquila la delegación. Este fin de semana, en cambio, el plantel azul y oro de Sebastián Battaglia concentró en otro sitio de la capital de la provincia.
Luego de la victoria por penales en las semifinales ante Racing, a los futbolistas de Boca les hicieron elegir dónde quedarse en Córdoba y no hubo dudas: el Holiday Inn. Si bien se tomó esta decisión por comodidad y cercanía con el estadio Mario Alberto Kempes (apenas siete minutos en micro), a más de uno se le habrá pasado por la cabeza cambiar el hotel de aquella final con Tigre y alejar los fantasmas.
Sebastián Battaglia concentró en el Holiday Inn de Córdoba para alejar los fantasmas del 2019.
Tanto Carlos Izquierdoz, Frank Fabra (no fue titular), Jorman Campuzano, Sebastián Villa y Darío Benedetto son los sobrevivientes de aquella noche complicada en el viejo Chateau Carreras y este domingo buscarán sacarse la espina y gritar campeón.
Cábalas –o "costumbres", como solía decir el histórico Carlos Salvador Bilardo- hay en todos los equipos y claro está que el Xeneize también tiene las suyas. La última vez que pisó Córdoba en marzo de este año ya se había alojado en el Holiday Inn y mal no le fue: goleada 4-1 a Central Córdoba de Rosario, por los 32avos de final de la Copa Argentina /TyC Sports
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