Hoy es el Día del Veterinario, una profesión de gran desarrollo en la provincia y con un horizonte aún mayor. De acuerdo a datos proporcionados por el Colegio que nuclea a los profesionales del sector, hay 715 veterinarios matriculados en Salta y otros 100 inactivos.
Al respecto, el Dr. José Rolando Blanco, titular de la entidad, contó a El Tribuno que el ámbito de incumbencia es muy amplio y no se limita a la atención en una veterinaria. Algunas de las tareas son conocidas, como lo es atender a los animales domésticos, pero los veterinarios, además, pueden especializarse en determinadas especies o en áreas específicas. En este sentido, pueden orientar su trabajo al control de los alimentos de origen animal.
“Se trabaja en áreas de bromatología, controles a cámaras y frigoríficos, sobre las hojas de ruta en el traslado de animales, laboratorios de medicamentos, molinos productores de alimentos, equinos, ganadería, organismos como Senasa, instituciones como el INTA, reservas y parques nacionales. Es decir es muy amplio y variado el trabajo que realiza el médico veterinario en diversas áreas”, explicó Blanco.
“Hay conciencia del cuidado de los animales”
En cuanto al tema específico de las mascotas y el cuidado que le brindan los salteños, contó que la gente es cada vez más conciente del cuidado que se le debe dar a los animalitos, sobre la atención y los controles que periódicamente debe realizar el veterinario para garantizar su salud y calidad de vida. “El salteño es de llevar a su perrito o gatito a que los atiendan, piensan también en la adopción responsable y gracias a Dios fue abandonando antiguos malos hábitos, como el de dejar a los animales en la calle”, aseguró.
Hoy se realizarán una serie de sorteos de importantes regalos. Se comunicará sobre los ganadores en las redes sociales del Colegio de Veterinarios.
El Día del Veterinario se celebra en conmemoración del 6 de agosto de 1883, fecha en la que ingresaron los primeros estudiantes de la carrera de la escuela Agrotécnica y Veterinaria Santa Catalina, de Llavallol, Buenos Aires. Más tarde, el instituto se convirtió en lo que hoy se conoce como la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional de La Plata.