Trabajaba en una metalúrgica, no tenía casa propia y lo apodaban “Peluca”: el pasado oculto de Jorge Messi

Deportes 23/12/2023
jorge

Detrás del mejor jugador del mundo, se esconde Jorge Horacio Messi. Padre, obrero, representante y CEO de la empresa que envuelve al deportista que llegó para cambiar la historia.

Jorge es hijo de Eusebio y de Rosa María Pérez. Su padre fue quien le enseñó el oficio de albañil, pero entendió que si quería llegar a dónde realmente quería tenía que estudiar. Antes de ser técnico químico fue cobrador de un instituto médico y hasta hizo tornillos para un taller metalúrgico. Luego entró a Acindar, en la sede ubicada en Villa Constitución, en los años 80.

En una entrevista para TN, Daniel Ángel Reche, excompañero de trabajo de Jorge, reveló detalles esa línea de tiempo previa al viaje a Barcelona, que se mantiene casi desconocida.


Jorge Messi, el inspector que usaba el casco rojo

“Jorge estaba en la trepidación de alambres”, cuenta Reche sobre el papá del mejor futbolista del mundo, que en ese momento trabajaba en turnos de 12 horas rotativos, incluso los sábados y domingos, por lo que tenía francos los días de semana.

El casco rojo era el que caracterizaba a Messi, que se desempeñaba como inspector de control de calidad en la metalúrgica. Los que usaban el casco blanco eran los obreros, mientras que el azul solo lo tenía el encargado. El celeste estaba reservado para los trabajadores de mayor jerarquía.

Jorge Messi, con el casco rojo, ubicado abajo a la izquierda.

“Viajábamos desde Rosario a Villa Constitución”, contó Reche, y detalló: “A veces íbamos en mi auto y otras veces compartimos los remises de la empresa. También tomaba el colectivo en Avenida San Martin y Uriburu, en Rosario, que pasaba 4:30,12:30 y 20:30 y los regresos eran 15:30, 23:30 y 7:30. Tardábamos una hora y diez minutos en llegar. En ese momento deberíamos ser tres mil trabajadores”, recordó el hombre que definió a Jorge Messi como “de bajo perfil, muy trabajador, siempre predispuesto y excelente compañero”.

La planta de Acindar en Villa Constitución, ubicada en RP21 (ex RN9) kilómetro 247.

Los viajes al trabajo dejaban siempre anécdotas, como el día que sufrieron un accidente de tránsito en el que afortunadamente nadie salió lastimado: “Un día íbamos en mi auto a buscar el sueldo que nos había traído un compañero. Lloviznaba. Un auto quiso doblar y tomó en contramano. Al querer frenar me patinó el auto y chocamos”.


Jorge Messi, el Peluca: trabajador dedicado y buen compañero

Para Reche, Jorge siempre fue un hombre “sencillo”, dispuesto a ayudar a sus compañeros. En la época en que Lionel tendría unos 11 años y estaba en las infantiles de Newell’s, su padre se dedicaba a hacer los ensayos de los talones, es decir, de los alambres que llevan las cubiertas de los autos.

“Un día fui a que me explicara cómo lo hacía y se tomó el tiempo”, destacó el extrabajador de Acindar, que compartía sánguches y gaseosas con Jorge en la hora del almuerzo y que cada tanto se comía un asado con él.

Por su frondosa cabellera, Jorge Messi se había ganado el apodo de “Peluca” de parte de sus compañeros. Entre ellos se comentaba, además, que jugaba bien al fútbol.

Antes de vivir en la casa donde nació Leo, Jorge alquilaba una vivienda en la calle Levia, casi Estado de Israel. “Yo fui. Era a tres cuadras más o menos de dónde vivió luego. Ahí nació Rodrigo”, contó Daniel.

La casa que alquilaba la familia Messi antes del nacimiento de Leo.


La gran decisión: irse a Barcelona por el sueño de Lionel

El paso de Jorge Messi por Acindar se cerró cuando el Barcelona se comprometió a pagarle el tratamiento para el crecimiento a Lionel. Toda la familia asumió el desafío de mudarse a España para que el pequeño que ya había descollado en las inferiores de Newell’s pudiera apostar a tener una carrera en el fútbol.

“Lo veo en el servicio médico y me dice ´Dani, me ofrecieron irme a Barcelona, a Lionel no hay quién le saque la idea y estoy viendo qué hago´. Y yo le dije: ‘Pero, dale, andá y arriesgate´. Esa fue la última charla que tuvimos con Jorge dentro de la empresa”, relató.

Para Reche, una muestra de que Jorge Messi es un “hombre tranquilo, que no se mete en líos” fue la forma en que se fue de Acindar: “No le dieron nada ni tampoco reclamó nada. Fue siempre fiel a sus convicciones: de un día para el otro se fue y no volvió más”.

Los excompañeros de trabajo se volvieron a ver años después en un restaurante. Reche, emocionado, se acercó y le dijo a Jorge: “Te agradezco por haber compartido tantas horas con vos, Lionel es como mi hijo. Siento una satisfacción tan grande...”. /TN

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